Una corte de apelaciones de Nueva York desechó el caso presentado contra Bob Dylan por la viuda del colaborador que ayudó a escribir la canción «Hurricane», quien afirma que se le debe una parte de los fondos obtenidos por la venta de su catálogo a Universal Music Publishing.
Le denuncia se presentó un mes después de que Dylan vendiera en diciembre de 2020 sus canciones por un monto, según algunas fuentes, cercano a los 400 millones de dólares.
La viuda de Jacques Levy, Claudia Levy, exigió en los tribunales el pago de una parte de esa cantidad, en concreto 7,25 millones de dólares.
Desechan caso contra Bob Dylan
En esta presentó como argumento un acuerdo firmado en 1975 entre Dylan y su marido, que colaboró en la composición de la canción «Hurricane».
Así como de otros nueve temas que pertenecen al álbum «Desire» (1976).
«Hurricane» es la canción más famosa de ese disco, y cuenta la historia del boxeador negro Rubin Carter.
A quien injustamente se le acusó de un triple homicidio en un caso que se convirtió en emblemático de los derechos civiles; se considera que el eco de la canción le ayudó a conseguir una nueva sentencia y salir de la cárcel.
Levy renunció a sus derechos de autor
El pasado mes de agosto, un juez ya emitió una sentencia que señalaba que, bajo el contrato de empleo firmado entre ambos artistas, Levy había renunciado a sus derechos de autor y se los había otorgado por completo a Dylan, pero Claudia Levy apeló esa decisión a finales de 2021.
Los abogados de Dylan afirmaron entonces que la acción legal no era más que un «intento oportunista» ante la posibilidad de obtener un «dinero caído del cielo«.
Este martes, una corte neoyorquina de apelaciones se mostró de acuerdo con la decisión judicial original, y apuntó que el acuerdo entre Dylan y Levy era «inequívoco», y que no daba derecho al denunciante a recibir «una parte de los fondos obtenidos con la venta de los derechos de autor».
Tras esta sentencia, Claudia Levy tiene una última oportunidad de presentar otro recurso, por lo que la sentencia aun podría ser revertida, aunque este extremo es poco común.
Fuente: El Nacional