Bajo un Movistar Arena abarrotado y con las entradas agotadas, Juan Luis Guerra encendió este martes la noche madrileña al ritmo de merengue, bachata y música caribeña, en un espectáculo vibrante que tuvo su momento culminante cuando, por sorpresa, apareció sobre el escenario Alejandro Sanz para cantar junto al dominicano ante un público totalmente entregado.
Arropado por su emblemática banda 4.40, el cantautor dominicano subió al escenario —con su característica boina y una sonrisa amplia— entre imágenes de playas, palmeras y mar proyectadas en las pantallas, para saludar con un sonoro: “¡Buenas noches, Madrid! Gracias por el cariño de siempre y que disfruten de esta maravillosa fiesta, para ustedes”, dijo antes de arrancar con ‘Rosalía’.
Un repaso por cuatro décadas de éxito
Desde los primeros acordes, Guerra se metió al público en el bolsillo con clásicos como ‘La Travesía’, ‘La llave de mi corazón’, ‘Vale la pena’ y ‘Como yo’, coreados a todo pulmón por miles de seguidores que no dejaron de bailar y ondear banderas de República Dominica, Venezuela y Colombia al compás de la música.
“Muchas gracias, Madrid, ¿cómo se sienten? Ya saben que esto es una gran fiesta para todos ustedes. Vamos a celebrar, vamos a hacer un merengue ahora que es muy importante para mí, que le dedico a mi Señor Jesús”, expresó el artista antes de interpretar ‘Para ti’, en medio de una lluvia de confeti.
El concierto continuó con un vibrante mix que incluyó ‘Estrellitas y Duendes’, ‘Muchachita linda’, ‘Perdiendo la cuenta’, ‘Bachata en Fukuoka’ y ‘Burbujas de amor’.
“Gracias”, dijo Guerra, antes de presentar uno por uno a los integrantes de 4.40, con nombres clave como Maridalia Hernández, Roger Zayas-Bazán, Mariela Mercado, la pianista Janina Rosado o el legendario Juan de la Cruz “Chocolate”, que protagonizó un solo de percusión que desató la ovación del público.
Poco después, Guerra volvió al escenario para interpretar ‘Visa para un sueño’ y algunos temas de su premiado EP Radio Güira, que le valió cuatro Latin Grammy en 2024, como ‘DJ Bachata’, ‘La Noviecita’ y ‘Mambo 23’.
En un momento especialmente aclamado, tomó un megáfono para cantar ‘El costo de la vida’, desatando una fiesta de principio a fin.
Ya en la recta final, Guerra entonó ‘Ojalá que llueva café’, uno de los momentos más coreados y emotivos de la noche.
“¿Cuántos madrileños esta noche? Bienvenidos dominicanos, venezolanos, colombianos, peruanos, chilenos, ecuatorianos, argentinos, cubanos, puertorriqueños… ¡Sean todos bienvenidos!”, gritó entre aplausos.
Tras El Farolito y Las Avispas, las luces se apagaron y el público encendió las linternas de sus móviles, coreando un sonoro “¡Otra, otra!” y el artista dominicano no decepcionó a sus fanáticos, regresando para interpretar ‘A pedir su mano’.
Cuando parecía que la noche llegaba a su fin, llegó la gran sorpresa: el cantante español Alejandro Sanz apareció sobre el escenario y, sentado junto a Guerra en un taburete, cantó a dúo ‘Bachata Rosa’, desatando la locura definitiva en el recinto.
Si el público ya estaba enloquecido, la aparición de Sanz elevó el nivel de euforia, con gritos y ovaciones que retumbaron en el Movistar Arena de Madrid.
“Bueno, ya sí nos vamos… Bueno, okay, ¡otra más!”, bromeó Guerra antes de poner el broche final con ‘La Bilirrubina’, convertido en himno caribeño que hizo bailar a todos hasta el último acorde.
Un ídolo global que no necesita artificios
Sin grandes coreografías, pero respaldado por una banda impecable y un espectacular show de luces, Juan Luis Guerra demostró que no necesita más que su música para emocionar y hacer bailar a un público fiel y diverso que abarrotó el Movistar Arena y convirtió el concierto en una fiesta tropical inolvidable.
Con más de 30 millones de discos vendidos, 28 Latin Grammy, 3 Grammy estadounidenses y 3 premios Billboard Latinos en su haber, Juan Luis Guerra continúa demostrando por qué es una leyenda viva de la música latina.
El cantautor dominicano, acompañado por su banda 4.40, comenzó su gira veraniega “4.40 Tour España 2025” el pasado 13 de julio en Barcelona y, tras su paso por Madrid, continuará su gira con fechas en Jaén, Sanxenxo, Gijón, Fuengirola y Gran Canaria, antes de cerrar con un último show el 27 de julio en Tenerife, llevando su inconfundible mezcla de ritmo, romanticismo y sabor tropical a distintos rincones del país.
EFE