Unas 60 delegaciones internacionales, representantes del sector privado y decenas de ONG y miembros de la sociedad civil fueron convocados a la Conferencia Mundial de la Crisis Humanitaria en Venezuela, que se desarrolla en la sede de la OEA en Washington.
El líder opositor David Smolansky abrió la reunión con un breve discurso, en el que destacó la predisposición de la OEA y de la comunidad internacional para ayudar a su país.
«Para nosotros es un día muy importante como venezolanos, reunir tanta gente para la Conferencia Mundial de Ayuda Humanitaria. Gracias a la OEA por facilitar este espacio para podernos reunir», expresó.
Luego presentó a Carlos Vecchio, embajador elegido por Juan Guaidó en EEUU, quien afirmó: «La razón de nuestra lucha no es otra que frenar el sufrimiento y el dolor de nuestro pueblo».
«Esta conferencia es para poner el énfasis en la grave crisis humanitaria en la que se encuentra sumergida nuestro país. Tenemos casos terribles, como el de un joven que murió de paludismo en una cárcel en la cual el régimen lo encerró», expresó.
«La razón de nuestra lucha no es otra que frenar el sufrimiento y el dolor de nuestro pueblo (Carlos Vecchio)».
Y agregó: «El drama que se está viviendo en Venezuela afecta a todos los venezolanos sin importar su condición social».
También le agradeció a Luis Almagro, con quien -dijo Vecchio- «desde el primer día encontré una persona que me demostró que los principios y valores pueden ir de la mano. El pueblo de Venezuela siempre estará agradecido por su lucha incansable».
«Venezuela va a salir adelante. Quiero reconocer al presidente interino Juan Guaidó por su coraje y por poner en el centro del debate al pueblo venezolano. Ha sido demasiado el dolor. Estar preso en Venezuela hoy es morir en cámara lenta», siguió.
Por último, destacó: «Si la usurpación continúa en Venezuela esto va a ser mucho peor. Mientras ellos cierran las puertas a la ayuda humanitaria, nosotros tenemos que abrir miles de ventanas».
«Estar preso en Venezuela hoy es morir en cámara lenta (Carlos Vecchio)».
Por su parte, Gustavo Tarre Briceño, representante de Venezuela ante la OEA, dijo: «Quien colabore en la ayuda humanitaria debe entender que no se puede politizar. Nuestro objetivo es y seguirá siendo que la ayuda humanitaria sea neutral y apolítica. No está subordinada a ningún objetivo político».
Luego fue el turno de la diputada Manuela Bolívar, quien envió un mensaje a distancia por medio de un video: «Varias organizaciones, como Rescate Venezuela, desde hace años han ayudado con el ingreso de medicamentos. Hoy una sola persona bloquea esta ayuda», dijo en referencia a Nicolás Maduro.
«Hoy, más que nunca, los que estamos aquí necesitamos el apoyo de ustedes para avanzar en el rescate de todos los venezolanos», expresó.
«Hoy, más que nunca, los que estamos aquí necesitamos el apoyo de ustedes (Manuela Bolívar)».
Otro de los oradores que dejó un mensaje grabado a distancia fue el diputado Miguel Pizarro, quien dijo: «Agradecemos la realización de esta conferencia, a la cual, no puedo asistir porque la dictadura nos quitó la oportunidad de salir del país. Lo que hoy está en Miraflores es una condena de muertes para todos los venezolanos».
«La crisis en nuestro país no es un número, una estadística. La crisis en una realizad y la ayuda humanitaria parte de la solución. Mucho más temprano que tarde estaremos pasando del cese de la usurpación al gobierno de transición», agregó.
Luego tomó la palabra el diputado José Manuel Olivares, quien en la sede de la OEA en Washington, sostuvo: «En Venezuela hay más de 40 mil venezolanos con cáncer que no tienen quimioterapias. Hoy en Venezuela nuestros abuelos no consiguen algo tan simple como una pastilla para la tensión».
«Hoy nos llena de mucha emoción el apoyo de todos ustedes, sobre todo a los gobiernos de EEUU y Colombia», concluyó.
«En Venezuela hay más de 40 mil venezolanos con cáncer que no tienen quimioterapias (José Manuel Olivares)»
En el panel junto a Olivares y Lester Toledo en la OEA, David Smolansky afirmó: «He tenido la oportunidad de visitar seis veces la frontera y cada vez los relatos de los migrantes son más desgarradores».
«La crisis humanitaria, la violencia generalizada, la violación de derechos humanos y el instrumento de control social, son las razones para huir de Venezuela», detalló.
Y concluyó: «Desde hace seis semanas para acá hay esperanza en el país, la transición en Venezuela ya comenzó y esto no tiene vuelta a atrás».
En tanto, Lester Toledo, encargado de la coordinación de la ayuda humanitaria, manifestó: «La lucha por los derechos humanos no tiene fronteras. Esta semana han pasado cosas históricas en Venezuela».
«Esta lucha no ha sido fácil, esta lucha tiene años, con la diáspora venezolana, los diputados de la Asamblea Nacional y la vida de jóvenes», acotó. Luego habló de la fecha límite para la llegada de la ayuda humanitaria: «El 23 de febrero lo vamos a lograr».
Juan Guaidó, reconocido por medio centenar de países como presidente interino de Venezuela, cerrará el encuentro internacional sobre ayuda humanitaria a su país.
«El presidente encargado participará a través de una videoconferencia en donde explicará cuál es la situación actual», indicó un comunicado emitido por representantes de Guaidó en Estados Unidos.
Guaidó, jefe del Parlamento elegido en 2015, se autoproclamó presidente en funciones constitucionales el 23 de enero comprometiéndose a organizar nuevas elecciones, luego de que el Legislativo declarara «usurpador» al mandatario Nicolás Maduro, quien inició su segundo mandato el 10 de enero tras cuestionados comicios.
El pulso por el poder se centra actualmente en la asistencia humanitaria estadounidense bloqueada en la frontera de Colombia por Maduro, quien la considera una excusa para iniciar una intervención militar que lo saque del poder.
Venezuela atraviesa en los últimos años una debacle económica marcada por la hiperinflación y la escasez de insumos de primera necesidad, que la oposición atribuye al gobierno de Maduro.
Millones viven en la pobreza, mientras al menos 2,3 millones huyeron del país desde 2015, según la ONU, que considera este éxodo el mayor en la historia reciente de América Latina.
Estados Unidos prometió el 24 de enero asistencia humanitaria a la población de Venezuela por 20 millones de dólares, en tanto la semana pasada Canadá anunció unos 40 millones y la Unión Europea, 5,7 millones.
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