Hace una semana Joan Rivers sufrió un paro cardiorrespiratorio durante una operación en sus cuerdas vocales. Rápidamente fue trasladada por los bomberos al hospital neoyorquino Mount Sinai. Los servicios médicos decidieron inducirle al coma, incluso comunicaron que la vida de la presentadora dependía de una máquina.
Aunque la situación sigue siendo crítica, la presentadora ha sido trasladada a una habitación privada del citado hospital. Su hija Melissa informa que «no presenta ninguna mejoría». Del mismo modo, la familia de la cómica ha querido agradecer las múltiples muestras de cariño recibidas.
Por el momento, tanto los médicos como los familiares no han querido informar sobre el estado de la presentadora, ni han explicado el por qué del traslado de la unidad de cuidados intensivos a una habitación privada. Tanto secretismo rodea el estado de salud de Rivers, que el portal sensacionalista «TMZ» ha terminado su información con la frase: «No sabemos si sigue con vida».
ABC.es