La máquina en la que se ha convertido Jhoulys Chacín en la lomita no solo es inmune a los jonrones. Ahora también es inmune a los efectos de la influenza.
Luego de lanzar el mejor intento de un no-hitter de un pitcher en la historia de los Rockies de Colorado en el Coors Fields, Chacín confesó al Denver Post que fue a trabajar el miércoles luego de tener el martes fiebre de 40 grados y malestar general.
«Llamé en la mañana y dije que iba a lanzar. Siempre quiero lanzar. Tenía que sentirme realmente mal», dijo el criollo.
Chacín no permitió hits durante 6.2 tramos superando los 6.1 actos que John Thomson logró en mayo de 2002.
La gesta fue interrumpida por un imparable de Brandon Crawford ante un pitcheo, que según el zuliano, no fue nada malo.
«Ese era el que quería. Quizás se quedó un poco más bajo del o que quería pero igual quería eso», dijo el diestro sobre su recta.
La actuación final, a pesar del saboteo de Crawford, terminó como una de las mejores del año para el criollo al lanzar 7.0 actos de una carrera con nueve ponches, cifra tope de este año.
Además, la joya terminó de concretar un mes de agosto brillante en el que el criollo dejó efectividad de 1.91 de efectividad en 42.1 tramos con 33 ponches y 11 boletos (récord de 4-2). Su efectividad general en 2013 es una sólida 3.08 en 169.1 tramos gracias, en parte, al mejor promedio de jonrones por cada nueve innings de las Grandes Ligas este año (0.3HR/9IL).
«Lo que lo está haciendo tan bueno es que no está dejando nada en la zona. Es como si mordiera siempre un poquito de la zona de strike y hace que vayas a buscarlo», opinó Brandon Belt, inicialista de los Gigantes de San Francisco, refiriéndose al venezolano.
Fuente: Líder en deportes
