Tras 55 días preso en la cárcel de El Rodeo, Jerónimo Gil finalmente brindó declaraciones en una entrevista dirigida por el periodista Luis Olavarrieta.
El periodista venezolano, a través de sus redes sociales, compartió el enlace de la primera entrevista del actor luego de lo acontecido.
Olavarrieta da inicio a la entrevista señalando un previo del actor y sus acciones que lo llevaron a pasar 55 días preso.
Gil reveló que actualmente se siente «lleno de muchas emociones, agradecido por el apoyo familiar».
«Agradecido por lo que vi, por lo que aprendí, por lo que sentí, por lo que descubrí, por lo que acepté, por lo que viví, a pesar de estar donde estaba».
Sobre lo que ocurrió en la discoteca el año pasado, Gil indicó que no se sabe «arrepentido«, cree que «fue un aprendizaje«.
«No estaba bien, no lo estaba haciendo bien«, aseguró el actor.
Asimismo señaló que estaba pasando por procesos fuertes emocionalmente desde un año antes de los hechos.
También reconoce que la violencia «no está bien, reacciones pasadas de tono no están bien«.
«Nada que tenga que ver con la violencia está bien«, ahora se funge como un observador.
Y toma el camino «de la luz, de la paz, la tranquilidad, de hacer un stop y tomar un respiro cuando está molesto«.
Gil señaló que esto se debe a un problema de ira, no cree sea un tema de alcohol, aunque «puede que cuando lo ingiera, le afecte«.
Pero si reiteró que no se trata de un problema de drogas ya que le hicieron varios exámenes durante todo el proceso y siempre resultó sano en ese aspecto.
Sobre la ira, Gil informa que es algo muy «arraigado a nivel familiar, por ser de una fuerte familia del oriente del país«.
La está trabajando con yoga y terapia psicológica dos y tres veces por semana.
Sobre la causa de su ira, responde que se trata de distintos factores pero sobre todo de «emociones mal canalizadas«.
El actor asegura que la moraleja de este proceso es no evadir los problemas, hay que afrontarlos y buscar ayuda de ser necesario.
Como figura pública que se debe a la sociedad y no disfruta de la privacidad plena, respeta y entiende las fuertes opiniones recibidas por el público.
A lo que responde:
«Lo lamento, lamento mucho haberles fallado, somos humanos y no somos perfectos; no lo quise hacer».
«Esta es la parte humana de Jerónimo Gil y puede ser que me puedan entender«, dijo en la entrevista con Luis Olavarrieta.
Durante sus días en prisión le pidió a Dios por discernimiento para convertir su proceso en luz y aprender de ello.
Sobre lo ocurrido en la discoteca Eco en El Rosal, Gil niega haber tenido algún percance o haberse propasado con alguna mujer.
«Cuando me gusta una mujer no soy tan invasivo», «no se que pasó ahí cuando dijeron eso».
Sin embargo, admite no recordar exactamente que fue lo que pasó, incluso no recuerda como llegó a su casa al día siguiente.
Jerónimo Gil fue acusado por los delitos de porte ilícito de arma de fuego, accionamiento de un arma en un espacio público.
Por estos dos delitos, se declaró culpable y cumplió 55 días de prisión en la cárcel Rodeo II, conocida por ser disciplinada, de mayor régimen y control.
También se le acusó por lesiones levisimas y tentativa de homicidio pero se declaró inocente y no hubo pruebas que demostraran lo contrario.
Actualmente Gil no tiene permitido salir del país ni de Caracas, ya que tiene un régimen de presentación mensual durante un año, además de servicio comunitario.
El Nacional
