El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, pidió a los presidentes de Estados Unidos y Rusia presionar más a Corea del Norte para que ponga fin a su desarrollo armamentístico, después de que el régimen norcoreano realizara su sexta prueba nuclear.
El jefe del Ejecutivo japonés y el presidente estadounidense, Donald Trump, mantuvieron una conversación telefónica a última hora del domingo, en la que coincidieron en la necesidad de llevar más allá la presión sobre Pyongyang y reiteraron la importancia del papel de China y Rusia a la hora de responder de forma contundente.
Durante el coloquio, el cuarto de estas características desde que Corea del Norte lanzara un misil balístico que sobrevoló el norte del territorio japonés el pasado martes, Trump reiteró a Abe el compromiso de EE.UU. con el país asiático y que su nación «está al 100 % con Japón», informo el Ministerio de Exteriores nipón.
En una conversación similar mantenida poco después, el primer ministro japonés habló por teléfono durante 15 minutos con el presidente ruso, Vladímir Putin, al que recalcó el «importante papel de Rusia como miembro permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas» a la hora de lidiar con Corea del Norte.
Abe alentó a Putin a que Rusia adopte una «respuesta firme y constructiva» tras el último y más potente test nuclear del régimen norcoreano, y ambos coincidieron en que la actitud actual de Pyongyang supone una «seria amenaza».
Durante su conversación, Abe y Putin acordaron seguir colaborando estrechamente a distintos niveles e incluir la cuestión norcoreana en la agenda que ambos tratarán durante la cumbre que celebrarán el miércoles en Vladivostok con motivo de la celebración del Foro Económico de Oriente, que acogerá esa ciudad rusa.
Abe también habló con el presidente surcoreano, Moon Jae-in, con quien volvió a coincidir en la necesidad de que la comunidad internacional lleve a su máximo nivel la presión a Corea del Norte y de adoptar nuevas y más estrictas sanciones contra el país vecino.
Las acciones de Corea del Norte han alcanzado «una escala y unas características muy diferentes a las del pasado, que plantean una seria amenaza a la comunidad internacional», transmitió Moon a Abe en su coloquio, recogido por la agencia surcoreana Yonhap.
Moon también reclamó la necesidad de medidas «más sustanciosas» para que «Pyongyang pueda sentir la presión», mientras que fuentes gubernamentales citadas por la agencia nipona Kyodo señalaron que Tokio y Washington trataron la posibilidad de imponer un veto a las importaciones de petróleo desde Corea del Norte.
Corea del Norte probó el domingo su bomba atómica más potente hasta la fecha, un artefacto termonuclear que según el régimen de Pyongyang puede instalarse en un misil intercontinental, lo que de confirmarse supondría un importante y peligroso adelanto en sus capacidades militares.
La comunidad internacional ha condenado de forma unánime el nuevo desarrollo armamentístico norcoreano, ante el cual Seúl y Tokio han reclamado la imposición de más sanciones al ya aislado régimen.
El presidente Trump afirmó por su parte que evalúa suspender el comercio con cualquier país que haga negocios con Pyongyang e insinuó que no descarta un ataque a Corea del Norte.
Además, el Consejo de Seguridad de la ONU tiene previsto reunirse hoy con el fin de analizar la nueva prueba nuclear norcoreana. EFE