El colombiano James Rodríguez acaba de cerrar un año que difícilmente olvidará. Y es que el oriundo de Cúcuta, a sus 23 años, obtuvo algunos de los logros a los que aspiraría cualquier veterano del planeta fútbol: brilló en la Copa Mundial de la FIFA en Brasil, se coronó máximo artillero del certamen y fichó, como si fuera poco, su fichaje con el Real Madrid.
“Siempre soñé con este presente”, reflexiona quien, además, obtuvo el Premio Puskás de la FIFA al mejor gol del año 2014. De eso, de su convivencia con Cristiano Ronaldo y la añoranza por su país natal -que abandonó en plena adolescencia-, habla el volante ofensivo Merengue en exclusiva con FIFA.com.
James, ha tenido un 2014 prácticamente insuperable. ¿Imaginaba algo así hace apenas 12 meses?
Uno siempre piensa en querer salir adelante, y yo soñé con este presente. Pero ahora que lo logré, incluyendo llegar a un club tan grande como el Real Madrid, sólo pienso en que quiero quedarme por muchos años.
¿Qué lo sorprendió más en su llegada al club?
Uno de afuera ve una cosa, pero cuando estás dentro te das cuenta de que tiene una magnitud totalmente diferente. Es otra cosa. Yo veía un club grande, pero desde adentro puedo decir que es el más grande de todo el mundo, seguro.
Se habla mucho de Cristiano Ronaldo y su personalidad. ¿Cómo es compartir vestuario y equipo con él?
Cristiano es excelente, tanto dentro como fuera de la cancha. Es un diez. Para mí se merecía el Balón de Oro, pues ha hecho los méritos necesarios para ganarlo. Y es totalmente humilde. Ambos tenemos una muy buena relación. Y dentro de la cancha ya todos saben lo que vale, pero es impresionante verlo cómo entrena y cómo trabaja. Ahí uno ve lo que es él, y por eso está donde está.
¿Ya se ha acostumbrado a la ciudad?
Madrid es una ciudad encantadora, donde puedes hacer de todo a cualquier hora y en cualquier día. ¡Todo está abierto! Diría que brinda todo lo que uno puede necesitar. Allí estoy muy feliz, al igual que mi familia. No podría ser mejor.
Usted partió de Colombia siendo un chico aún. ¿Qué es lo que más extraña de su tierra?
¡Uno extraña todo! Su gente, las comidas. Pero debo decir que ya estoy acostumbrado, porque llevo fuera entre seis y siete años. Pero claro, uno siempre quisiera estar cerca de sus amigos y de su familia.
Allí muchos se preguntarán si podrán disfrutarlo alguna vez en la Liga local…
Yo nunca pienso en eso, ¿no? Pero si se da, bien. Si no, a esperar. Sería algo bueno el poder retirarme allí en Colombia, aunque claro… ¡falta mucho para pensar en eso! (ríe)
Repasemos el año que acaba de pasar. Si tuviera que destacar un momento particular, ¿cuál sería y por qué?
Es difícil, pero si tuviera que elegir uno sería el Mundial de Brasil. Siempre va a quedar en mí y en mucha gente de Colombia. Todos allí estuvieron muy atentos a nosotros, que pudimos hacer historia. Nunca habíamos llegado a cuartos de final, por lo que va a quedar marcado en lo personal.
El gol a Uruguay en octavos le permitió quedarse con el premio Puskás, nada mal…
Sí, me hizo muy feliz. Es un premio con el que soñé apenas hice ese gol. Gracias a Dios se hizo realidad. El hecho de que lo vote la gente también lo vuelve especial, ha sido un voto general. Sólo tengo palabras de agradecimiento para ellos. Estará duro repetir uno de igual factura, teniendo en cuenta que fue en el Maracaná y en un Mundial, ¡pero lo seguiré intentando!
¿Estaba atento a la votación?
Los otros goles también fueron muy buenos (NdR: Stephanie Roche y Robin van Persie), sé que fue una competencia muy dura. Pero soñaba con ganarlo, y por suerte ese sueño se hizo realidad.
En Brasil 2014 usted marcó otro gol de gran factura, ante Japón…
Ése es el gol que más me gustó de los que hice en el Mundial. Fue una pelota que me dieron larga, logré engancharle al defensa y picarla por arriba del arquero. Aparte del que marqué contra Uruguay, es el que más me gustó personalmente. Se necesita más calidad técnica que en el otro, en el que estás de espalda, pateas y por ahí se va lejos. Pero en éste (el de Japón) necesitas tener un pie sensible para ponerla ahí. Es un gol más complicado.
El Mundial se terminó nada menos que contra Brasil. ¿Cómo recuerda ese juego a la distancia?
Fue un partido raro, de mucha fricción y patada. Ellos empezaron dándome duro a mí, pero ya pasó. Lo importante es que hicimos historia y tenemos jugadores jóvenes como para seguir haciéndola. Este grupo tiene hambre de hacer las cosas bien y de ganar muchísimas cosas.
¿Se imagina una revancha en Rusia 2018?
No, uno nunca habla de revancha. Lo importante es mejorar cada día. Si nos toca otra vez con ellos, será producto de la casualidad.
Fuente: FIFA.com