James Harden: el riesgo de poner todos los huevos en la misma canasta

James Harden: el riesgo de poner todos los huevos en la misma canasta

 

Hay un famoso dicho que dice “no pongas todos los huevos en la misma canasta”, esto hace referencia a que en la vida no debemos arriesgar todo o poner todas nuestras esperanzas en un solo lugar, objeto o persona, ya que si se rompe la “canasta” todos los huevos se partirán. Y aunque suene a una analogía un poco halada por los pelos es exactamente lo que le está ocurriendo a los Houston Rockets con James Harden.

 

La franquicia texana puso todo su proyecto deportivo y económico —sus huevos— en base al estelar alero James Harden —la canasta—. ‘La barba’, como también es conocido Harden, llegó al equipo de Houston en la zafra 2012-2013 procedente del Oklahoma City Thunder, donde junto a Kevin Durant y Russell Westbrook llegaron a las finales del 2012 —que perdieron contra Miami Heat—, pero donde tenía un rol secundario, siempre partiendo de la banca, motivo por el cual decidió marcharse.

 

Houston vio en él la figura perfecta para comandar a un equipo que navegaba a la deriva tras el retiro de Yao Ming y que no se clasificaba a postemporada desde hace tres años. Harden encontró la titularidad en el equipo texano de la mano del entrenador Kevin McHale quien depositó toda la confianza en él y le empezó a otorgar el control del equipo, algo que pagó con creces ‘la Barba’, ya que promedió casi 26 puntos y metió al equipo nuevamente en postemporada

 

Y para terminar de poner todos los huevos en la misma canasta, el gerente general Daryl Morey, quiso asegurar el futuro de Harden junto al de la franquicia y decidió darle su primer gran contrato y a posteriori su segundo gran contrato, uno que culmina en 2023 y que le asegura al ‘Barba’ más de 40 millones de dólares al año. Pero los dichos existen por algo.

 

Indudablemente los números de Harden dentro de Houston lo colocan con tan solo 9 años dentro del equipo en uno de los máximos anotadores de una de las franquicias más viejas de la liga, algo que demuestra sus buenas estadísticas —claro, que aparte de su buena capacidad anotadora gran cantidad de sus anotaciones ocurren porque tiene casi todo el tiempo el balón en sus manos—, Houston se ha metido siempre en Playoffs con ‘el Barba’ en el equipo, y ha rozado en dos ocasiones —en especial en 2017— las finales de la NBA. Pero, nunca ha llegado al gran cometido el anillo.

 


De por medio el equipo se ha esforzado económicamente en darle una estructura sólida para acompañarlo y no opacarlo. Tras la salida de McHale del banquillo llegó el polémico Mike D’Antoni y en la duela ha sido acompañado por nombres tales como: Dwight Howard, Clint Capela, Jeremy Lin, Trevor Ariza, Josh Smith, Jason Terry, Lou Wililiams, Nene Hilario, Eric Gordon, Chris Paul y el propio Russell Westbrook, todos bajándose un poco el salario para ajustarse al tope salarial, pero el resultado el mismo, la nada.

 

Ahora Harden se cansó de estar en Houston y pidió ser transferido, algo que aún la franquicia texana estudia, en búsqueda de un cambio que le sea beneficioso, pero que aún no parece encontrar, mientras tanto Harden se muestra displicente —a pesar de que anote y mucho—, pero definitivamente la canasta se rompió y todos los huevos de Houston se rompieron. Quedará entonces volver a empezar desde 0.

 

 

 

Fuente: Meridiano
Por: Maria Laura Espinoza
Twitter: @i_am_LauEz14

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