El colombiano, loco por demostrarle al Madrid que se equivocó dejándole salir del club
James sonríe a la salida del entrenamiento del Bayern en la ciudad deportiva Jose A.
Los números de James con Bayern y Madrid, frente a frente
‘Jamesmanía’ en Múnich
James Rodríguez está con ganas.De Champions. De enfrentarse al Real Madrid, su equipo durante las tres últimas temporadas. De verse las caras con Zinedine Zidane, el técnico que no le dio la confianza necesaria, entiende el colombiano, y por el que se sintió obligado a hacer las maletas para abandonar el conjunto de Chamartín.
Tras una temporada de estreno brutal, donde James mostró todas las bondades de una de las zurdas más exquisitas del planeta fútbol, el que fuera 10 madridista fue perdiendo peso en la rotación con la llegada de Zizou hasta convertirse en un destacado futbolista de la unidad B. Ni rastro de titularidades en los partidos trascendentales y una espina que todavía no se ha sacado el ex del Mónaco, se quedó fuera de los 18 convocados para la final de Champions de Cardiff.
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Ahí, tras darle muchas vueltas, tomó una decisión sin vuelta atrás. Debía salir del Real Madrid para recuperar el status de estrella del fútbol que adquirió siendo uno de los mejores en el Mundial de Brasil de 2014. Sí, ese por el que Florentino Pérez decidió abonar 80 millones para convertirle en uno de los abanderados del madridismo.
Una estrella en horas bajas
Pero tres años después de aquello no quedaban restos del jugador fino, gran asistente, con una zurda que se comportaba como un cañón teledirigido y una auténtica máquina de dibujar golazos.
Había que recuperar todo eso y apareció el Bayern para hacerse con su cesión para dos temporadas. Al final de ellas, la decisión de quedarse en Múnich o volver a Chamartín.Pero los dirigentes del Bayern han visto en James lo que Zidane no encontró y ya han decidido abonar los 42 millones de euros que cuesta su pase definitivo. Apenas la mitad de lo que costó en 2014. Un chollo tal y como está el mercado desde que la venta de Neymar al PSG reventó las cifras.
Pero el fútbol, dice la máxima, siempre concede revancha. Y la de James será mañana, cuando el Allianz recibirá al Madrid de Zidane con el colombiano hipermotivado y dispuesto a demostrarle al francés que se equivocó al concederle un papel residual. El ahora 11 del Bayern sabe que eliminar al Madrid y tener un papel protagonista le serviría para desquitarse de todos los sinsaboresque vivió en los últimos meses en la capital de España.
Sería gritar, en definitiva, que el conjunto presidido por Florentino Pérez se equivocó al prescindir de su zurda y su talento cuando, no lo olvidemos, todavía cuenta con sólo 26 años, una edad considerada ideal para alcanzar su punto máximo como futbolista de élite.
Ayer, sin ir más lejos, James abandonó el entrenamiento de su actual equipo con una sonrisa de oreja a oreja, sin pararse ante los medios ni los aficionados, pero lanzando un mensaje claro desde lejos cuando se subía a su potente Audi: «¿Que si estoy listo para el Madrid? Claro que lo estoy», confesó antes de marcharse a su vida en Múnich, esa que confiesa como»tranquila», sin dejar de reconocer la dureza del invierno en una ciudad como la alemana.
Pero esos condicionantes ajenos al fútbol serán lo de menos cuando mañana salte al césped del Allianz dispuesto a vengarse de sus malos años en el Real Madrid. Dispuesto a demostrar que se equivocaron dejándole marchar.
MARCA
David G. Medina
Múnich