En Italia desde hoy será obligatorio mostrar el certificado sanitario del coronavirus para comer dentro de un restaurante, ir al cine, a un museo o practicar deporte en lugares cerrados, una medida polémica que entra en vigor un día después de que el Gobierno decidiese extenderla también a los profesores y a los medios de transporte de larga distancia, pero que muchos han aceptado sin problemas.
Con un teléfono móvil en la mano y la nueva aplicación proporcionada por el Gobierno para leer los certificados sanitarios, se ha recibido desde esta mañana a turistas y visitantes en los museos y sitios arqueológicos italianos.