Los inmigrantes fueron divisados por la Marina en la costa siciliana. Huyen de la represión de Bashar Al Assad en su país. Había niños y una beba de 4 días, que nació en una de las embarcaciones
A los miles de refugiados sirios en los países fronterizos, se suman ahora también los inmigrantes que intentan escapar del conflicto en su país a través del mar Mediterráneo. Este miércoles, los guardacostas y la Marina italianos rescataron dos embarcaciones que transportaban a 350 personas. Si bien no tenían identificaciones, las autoridades reportaron que proceden de Siria.
Un primer grupo, de 200 personas, fue rescatado de un barco pesquero abarrotado y en mal estado. Allí se encontraban 28 niños, entre ellos, una beba de sólo cuatro días de edad que había nacido durante el viaje. El segundo grupo, de 150 inmigrantes, fue localizado en Siracusa.
«Estamos viendo una gran cantidad de sirios que llegan en los últimos días», declaró el jefe de las autoridades portuarias de Siracusa, Luca Sancilio, a la cadena de televisión SkyTG24. «Dado lo que está ocurriendo en Siria, esperamos que lleguen muchos más», agregó, de acuerdo con la agencia de noticias Reuters.
Por lo general, este tipo de embarcaciones suelen llegar a Italia, pero procedentes de la región subsahariana de África. En verano, se multiplican porque el Mediterráneo está más tranquilo y se hace más sencillo cruzar desde Libia o Túnez.
Casi 9.000 inmigrantes han llegado en barco a Italia entre el 1° de julio y el 10 de agosto, según los datos publicados por el Ministerio de Interior hace dos semanas. Durante los últimos doce meses, más de 24.000 personas han llegado el país.
La llegada de inmigrantes viene provocada por la esperanza de encontrar un empleo en la Unión Europea, por lo que muchos de ellos no se quedan en Italia. «Los propios refugiados han asegurado que Italia sólo es una zona de paso, y la mayor parte de ellos tratan de encontrar trabajo al norte de los Alpes», explicó Sancilio.
Los que llegan sin documentación detenidos por las autoridades italianas son trasladados a centros estatales para inmigrantes. Algunos de ellos consiguen escapar de las instalaciones, con poca vigilancia, y aquellos que no lo consiguen y no pueden probar que son refugiados políticos pueden ser repatriados.
En Siria, tras más de dos años de conflicto y de presiones internacionales, el uso de armas químicas por parte del régimen de Bashar Al Assad contra la población civil fue la gota que colmó el vaso. Estados Unidos, Francia y Reino Unido dan casi por descartada una intervención militar directa en el país.
Fuente: InfoBae