El Gobierno de Israel se niega a recibir una visita oficial del alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, como resultado de sus posturas y recientes declaraciones sobre la actual escalada de violencia entre israelíes y palestinos.
Fuentes oficiales israelíes explicaron a EFE que si bien no hubo una petición formal por parte de Borrell para una visita oficial al Estado judío, sí existió una demostración de intención tras la asunción del nuevo gobierno de Benjamín Netanyahu.
Ante el intento de buscar fechas apropiadas para un viaje, el Gobierno israelí respondió que el jefe de la diplomacia europea «no va a ser invitado para una visita oficial».
Borrell no tiene sin embargo negado el acceso a Israel y sí se le permitiría llevar a cabo una visita personal.
Ante la consulta de EFE sobre los motivos de la negativa a una visita oficial, las fuentes israelíes explicaron que se debe a las posturas y declaraciones esgrimidas recientemente por el jefe de la diplomacia europea respecto al conflicto con los palestinos.
«No hay razón para premiarlo por esta conducta», agregaron.
Esta información llega tras una tensa llamada telefónica ayer entre Borrell y el ministro de Exteriores israelí, Eli Cohen, quien le recriminó de forma vehemente las posturas de la Unión Europea respecto al conflicto, que describió como «desequilibradas» y dijo que contribuyen a la violencia.
Cohen expresó además su malestar por recientes declaraciones de Borrell «comparando actos terroristas palestinos contra israelíes con las actividades antiterroristas de las Fuerzas de Defensa de Israel».
Otro elemento que ha motivado el malestar israelí son las recientes declaraciones por parte del liderazgo europeo sobre la polémica reforma judicial que impulsa el gobierno derechista de Benjamín Netanyahu, al punto que Cohen instó a detener «la intervención de la UE en asuntos de política interna israelí».
El Parlamento Europeo acogió ayer el debate «Deterioro de la democracia en Israel y las consecuencias en los territorios ocupados», lo que también ha molestado a Israel y ante lo que Borrell defendió que la Eurocámara «es libre de debatir todo lo que considere importante».
«Estaba preocupado y se preguntaba por qué el Parlamento Europeo interfiere en los asuntos internos de Israel, una vez más, culpándome a mí», comentó Borrell sobre el diálogo con el ministro israelí, recordando además que la política exterior de la UE está en manos de sus Estados miembros.
Borrell dejó en claro que trató de explicar a Cohen, «de manera muy amistosa», que es «normal que los parlamentarios estén preocupados por la creciente espiral de violencia en Israel y los territorios palestinos ocupados», y que hay la «necesidad de que todas las partes reduzcan la tensión», en alusión a un repunte de violencia que ha dejado más de 80 palestinos muertos desde el comienzo del año y 14 del lado israelí.
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