El ministro israelí de Exteriores, Gideon Saar aseguró este lunes que, la presencia de tropas israelíes en la zona desmilitarizada en territorio sirio es «limitada y temporal», un paso necesario por razones de seguridad ante la confusión que reina en Siria tras la caída del régimen de Bashar al Assad.
Israel desplegó ayer sus tropas en el área desmilitarizada de la frontera, dentro del territorio de Siria, y ordenó a la población local de cinco municipios, incluida Quneitra, la capital de la provincia, quedarse en casa por seguridad mientras se enfrentaba a los insurgentes.
Saar explicó que Israel tuvo que intervenir porque grupos insurgentes violaron el acuerdo de retirada de tropas que firmó con Siria en 1974 de la llamada «zona de amortiguación» y atacaron unidades, puestos de observación cerca de la frontera y representaron «una amenaza para nuestras comunidades en los Altos del Golán y en el Estado de Israel».
«Por eso atacamos los sistemas de armas estratégicas del régimen, incluidos depósitos de armas químicas y de misiles de largo alcance, para que no cayeran en manos de los extremistas», indicó el ministro sobre las operaciones militares de Israel en Siria, que incluyeron ataques a aeropuertos militares de Damasco.
El ministro también admitió que Israel «mantiene contactos», sin dar más detalles, con algunos de estos grupos insurgentes, principalmente los kurdos del norte de Siria con los que Israel comparte su enemistad con Turquía, para cortar la «principal vía de contrabando» de armas de Irán a Líbano, por la frontera sirio-iraquí.
Otro asunto que preocupa a Israel es la «protección de las minorías», como los kurdos, drusos o alawitas, a los que dijo que había que dejarles «cierto margen de autonomía» bajo en nuevo régimen de gobierno que se imponga en Siria.