Israel bombardeó por aire esta madrugada objetivos del movimiento islamista Hamás en Gaza, como respuesta al lanzamiento de un cohete desde la franja la noche anterior, informó el Ejército israelí en un comunicado.
Un portavoz militar señaló que se atacó con aviones de combate un «edificio usado como fábrica de cohetes y un túnel», ambos pertenecientes a Hamás, considerado grupo terrorista por Israel, Estados Unidos y la Unión Europea, y que gobierna el enclave de facto desde 2007.
Se trata del primer lanzamiento de un cohete desde Gaza en más de un mes, que impactó en cambio abierto, por lo que no activó el sistema antimisiles israelí.
Fuentes médicas palestinas indicaron que no se reportaron heridos durante los ataques aéreos, que fueron respondidos por las milicias que operan en Gaza -principalmente vinculadas a Hamás y la Yihad Islámica- con el lanzamiento de otros cinco cohetes hacia las comunidades israelíes colindantes, donde tampoco se han producido heridos.
Además de los cohetes, fuentes de seguridad en Gaza también informaron que militantes de Hamás dispararon un misil antiaéreo contra los aviones de combate israelíes que llevaron a cabo los ataques aéreos.
Aunque ningún grupo ha asumido la responsabilidad del lanzamiento de los cohetes, Israel siempre responsabiliza de ello a Hamás, como gobernante del enclave costero.
“El ataque de esta noche es una continuación del objetivo de dañar la capacidad de Hamás para consolidarse en la Franja de Gaza”, agregó el portavoz militar israelí.
Tras el lanzamiento de los primeros cohetes, y antes del bombardeo israelí, una fuente cercana a la Cámara de Operaciones Militares Conjuntas, que comprende los brazos armados de las facciones palestinas, incluidas Hamás y la Yihad Islámica, adelantó a EFE que “la ecuación de bombardeo por bombardeo estará presente esta noche”.
“Advertimos a la ocupación (Israel) de las consecuencias de continuar con su insensatez contra nuestro pueblo”, agregó la fuente.
El último episodio de violencia en Gaza ocurrió a principios de agosto, entre Israel y la Yihad Islámica Palestina, un intercambio de fuego que se prolongó tres días, en los que murieron unos 50 palestinos y causó graves daños a edificios e infraestructura.
Medios locales en Gaza informaron de que la inteligencia egipcia está manteniendo contactos con las facciones palestinas para evitar otra escalada, después de haber mediado el alto el fuego que frenó el episodio de agosto, enfrentamiento al que no se unió Hamás.
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