Isabel II de Inglaterra, pendiente del nacimiento del bebé antes de irse a Balmoral

Isabel II de Inglaterra, pendiente del nacimiento del bebé antes de irse a Balmoral

Los periodistas que llevan ya dos semanas apostados a las puertas del hospital de St. Mary’s, en Paddington, no son los únicos que van perdiendo la paciencia con la tensa espera del llamado «bebé Cambridge». Cuando una niña de diez años le preguntó este miércoles si prefería chico o chica, Isabel II respondió: «No creo que me importe; me gustaría mucho que llegara, me voy de vacaciones». La recta final de un embarazo suele ser una eternidad para la embarazada. Pero, en el caso del primer hijo de los Duques de Cambridge, esta lenta cuenta atrás tiene secuestrados los planes de verano de la prensa de todo el mundo y de las máximas instituciones del país.

 

Se espera que la Reina se traslade a Balmoral en los próximos días

 

La Reina de Inglaterra tiene ganas de retirarse a su refugio escocés en Balmoral para disfrutar de este cálido verano en las islas. Como todos. Se considera que allí pasa sus momentos más felices, conduce ella y pasea con sus perros, con total libertad e intimidad, por los imponentes paisajes verdes de su residencia escocesa. Así lo hizo ver en su visita esta semana a una escuela infantil en la zona de los Lagos, al noroeste de Inglaterra. Se espera que Isabel II se traslade allí en los próximos días.

Mientras, en Londres, docenas de escalerillas de fotógrafo permanecen apostadas frente al acceso principal del Ala Lido del Hospital de St. Mary’s, la zona privada donde se espera que dé a luz la Duquesa Catalina. Cuando los rumores del posible ingreso de Catalina de Cambridge se dispararon el viernes por la tarde, las incesantes llamadas de teléfono sacudieron la tediosa espera. Pero este sábado por la mañana la terrible calma de la ausencia de noticias había regresado a Paddington. A mediodía, Peter Hunt, corresponsal real de la BBC, agarró su sombrero y abandonó el lugar. Nada que reportar.

 

«Aburrimiento», exclamaba ayer un fotógrafo freelance de Reuters mientras apuraba el enésimo café en el Union Café frente al hospital, convertido en cuartel general de la tropa periodística. Por la puerta del ala Lido, frente a docenas de cámaras, saldrá rumbo a Buckingham Palace el emisario de palacio con el certificado oficial de nacimiento del quien será el -o la- nuevo número tres en la línea sucesoria de la monarquía británica.

 

«Por favor, no alimentar a los fotógrafos»

 

La joven embarazada salió de cuentas el sábado pasado, según coincidía la prensa local hasta que el «Daily Telegraph» informó el jueves que la fecha es el 19 de julio. Nadie sabe nada. La futura «abuelastra» de la criatura, la Duquesa de Cornualles, esposa del Príncipe Carlos, auguraba el lunes pasado que lo esperaban para «finales de esta semana». Seguimos a la espera. Y las televisiones de todo el mundo se enfrentan al directo menos programable e imprevisible de todos, el de la biología humana.

 

Las escaleras a las que se auparán los fotógrafos llevan el nombre del medio y de su propietario inscrito. De algunas cuelga un cartel de «se vende». Los precios van de 0,05 peniques a 6,5 libras. En el suelo, líneas marcadas con cinta adhesiva gris delimitan las parcelas de unos pocos centímetros cuadrados asignadas a cada uno. Y un post-it sobre la verja de seguridad advierte: «Por favor, no dar comida a los fotógrafos».

 

Con humor, resignación y 30 grados de temperatura, periodistas de la BBC, la NBC, ABC News o la agencia AP repiten una y otra vez directos sin nada nuevo que contar. «Como podéis ver detrás de mí, sigue creciendo el circo mediático que rodea…». Federico Gatti, corresponsal en Londres para varias cadenas del gigante italiano Mediaset, llega a hacer veinte directos al día. «No nos quejamos porque podría ser peor si lloviera», explica. Para pasar el tiempo mantienen su propia porra con el nombre y sexo del bebé. Pero no le sacan el mismo partido que las casas de apuestas.

 

Estas han hecho ya con el nacimiento del bebé real una caja superior a 1,2 millones en estos días. «Es el mayor mercado de novedad que hemos visto nunca», explicaba ayer Gary Burton, de la empresa Coral, a AFP. Las apuestas indican niña. Si es así, Alexandra es el nombre más candente. Se trata del segundo nombre de Isabel II. Si es niño, el ganador es James (Jaime), un nombre con gran tradición en la monarquía británica, además del que lleva el hermano pequeño de la Duquesa. James Middleton.

 

Fuente: ABC

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