El líder supremo de Irán, Ali Jameneí, afirmó este domingo que «no hay nada de malo» en cerrar un acuerdo nuclear con Occidente, pero matizó que las infraestructuras atómicas iraníes deben permanecer intactas.
“No hay nada de malo en un acuerdo, pero las infraestructuras de la industria nuclear no se deben tocar”, afirmó Jameneí durante un discurso en una exposición sobre los progresos atómicos del país persa.
Irán comenzó a negociar en 2021 con Alemania, Francia, el Reino Unido, Rusia, China y, de forma indirecta, con Estados Unidos la restauración del acuerdo nuclear de 2015, que limitaba el programa nuclear iraní a cambio del levantamiento de sanciones y que fue abandonado en 2018 por el entonces presidente estadounidense, Donald Trump.
El líder religioso sostuvo que Teherán “debe continuar” con la cooperación con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) dentro “del marco del acuerdo de salvaguardas”, pero cumpliendo una ley que el Parlamento aprobó en 2020 acerca del pacto nuclear.
Esa ley estipula una serie de violaciones del acuerdo nuclear de 2015, como enriquecer uranio al 20 %, mientras persistan las sanciones económicas contra el país.
Jameneí insistió en que su país no busca un arma atómica, como afirman los “enemigos” para parar el “progreso científico” del país.
Desde que Irán comenzó a romper sus compromisos nucleares ha aumentado sus existencias de uranio enriquecido hasta los 4.500 kilos, frente a los 300 kilos que no debería superar según el acuerdo de 2015, 114 kilos enriquecido al 60 %, un nivel cercano al necesario para la fabricación de bombas nucleares.
Las negociaciones con Alemania, Francia, el Reino Unido, Rusia, China y, de forma indirecta, con Estados Unidos están paralizadas desde hace meses, pero medios internacionales informaron de que se han producido recientemente contactos entre Teherán y Washington en Omán.
En ese contexto, Irán anunció ayer que Irak ha descongelado 2.700 millones de dólares de fondos iraníes bloqueados por las sanciones de Estados Unidos.
EFE