Hasta la fecha, resultaron envenenadas alrededor de 5.000 estudiantes de 230 centros educativos en 25 de las provincias iraníes
Irán ha arrestado a más de 100 personas por su supuesta responsabilidad en los envenenamientos de miles de niñas en centros educativos femeninos, ataques que el país persa ha atribuido a «enemigos» del país.
«Más de cien personas fueron descubiertas y arrestadas por su responsabilidad en los recientes incidentes en los colegios», indicó a última hora de anoche el Ministerio de Interior en un comunicado.
Hasta ahora, han resultado envenenadas alrededor de 5.000 alumnas de 230 centros educativos en 25 de las provincias iraníes, según los datos proporcionados por el parlamentario Mohammad-Hassan Asafari, miembro de una comisión que investiga las intoxicaciones.
Los envenenamientos están alimentando el descontento popular, en especial entre los padres, ante la ineficacia de las autoridades a la hora de atajar unos ataques que parecen destinados a paralizar la educación de las estudiantes.
El Ministerio de Sanidad y el de Interior concluyeron que la mayoría de casos de envenenamiento se debió a la «ansiedad» y culpó a «una sustancia irritante» de una pequeña parte de síntomas reales que mostraron algunas alumnas.
«Menos del 10 % de los casos presentaban síntomas reales y la mayoría está relacionado con la ansiedad», informó el viceministro de Sanidad iraní, Saeed Karimi, quien forma parte un equipo que investiga los envenenamientos.
El líder supremo de Irán, Ali Jameneí, calificó ayer de «crimen imperdonable» estos ataques y afirmó que si se prueba que son deliberados los culpables deben «recibir el castigo máximo», que en Irán es la pena de muerte.
El presidente de Irán, Ebrahim Raisí, ha culpado de los envenenamientos a «enemigos» del país, un término que se usa con frecuencia para referirse a Estados Unidos e Israel.
En Irán no se ha puesto en duda la educación femenina en los 43 años de existencia de la República Islámica y, algunos padres vinculan los envenenamientos con las protestas con marcado tono feminista de los últimos meses, que se habían calmado tras una fuerte represión estatal.
Las estudiantes de colegios e institutos participaron en esas protestas, se quitaron los velos, gritaron «mujer, vida, libertad» e hicieron gestos de desprecio a retratos de Jameneí y del fundador de la República Islámica, el ayatolá Ruholá Jomeiní.