En el último mes, Tal Cual; El Correo del Caroní; El Carabobeño; La Nación; Notidiario y El Regional del Zulia, han tenido que tomar medidas ante la escasez de papel
Escasez de papel. Esta es la realidad en la que se encuentran involucrados múltiples periódicos nacionales y regionales, situación que los ha llevado a tomar medidas de emergencia para poder seguir circulando, como el caso del diario Tal Cual que pasó a semanario, o el del Correo del Caroní, que cambió su formato a tamaño tabloide -más pequeño- tras 37 años de vida.
De acuerdo al Instituto Prensa y Sociedad (Ipys), desde el mes de agosto del 2013 hasta el presente, 11 medios han salido de circulación; tres de manera definitiva y ocho temporalmente. Mariengracia Chirinos, directora de Libertades Informativas de la organización, apuntó que se contabilizan 34 denuncias de medios impresos que presentan problemas en el acceso a la materia prima.
En el último mes, además de los dos medios mencionados, se encuentran en la lista de afectados El Carabobeño; La Nación, Notidiario y El Regional del Zulia, este último “tiene capacidad para publicar hasta julio”. La situación arranca desde 2012, cuando el Gobierno “pasó al papel periódico de la lista de insumos prioritarios para importaciones a la de no prioritarios”. Chirinos puntualizó que el Complejo Alfredo Maneiro, principal proveedor de papel del país, debe funcionar como una empresa que hace un trámite administrativo sin ninguna posición sobre la línea editorial de los diarios. “Medios han manifestado que la empresa ha admitido que si continúan con su línea crítica no suministrarán papel”.
La ONG Espacio Público apunta que la política de restricción pone en riesgo aproximadamente a 10 mil empleos en todo el país.
Desde la estatal papelera se asegura tener un plan de ampliación de $400 millones, para poner fin a la escasez de papel en un lapso de un año.
Papel hasta diciembre
En el Correo del Caroní, de Puerto Ordaz, son 80 los trabajadores directos afectados. El diario viene enfrentando la crisis de papel desde comienzos de 2014, cuando deciden rebajar la edición de tres cuerpos de 8 páginas, más un tabloide deportivo, a sólo dos cuerpos. Más adelante tuvieron que dejarlo en uno para luego tomar la decisión de circular nada más los días de semana. El difícil panorama no queda allí, y es que hace dos semanas tuvieron que decidir pasar a formato tabloide. “El papel que estamos utilizando (más grueso que el tradicional) lo compramos hace un tiempo pensando en nuestras proyecciones de crecer en el 2014”, comentó el jefe de redacción, Óscar Murillo. La materia prima que poseen actualmente les permite publicar “al menos hasta diciembre”, pero que “por principios” no comprarán al Complejo Maneiro.
Deltanos sin diario
La aplicación del sistema cambiario propició un nuevo cierre del Notidiario, periódico con distribución en Delta Amacuro, Monagas y Bolívar, el cual circuló por última vez el pasado 7 de abril debido a que el costo de las planchas para impresión pasaron de Bs 14 mil a 46 mil diariamente. Desde el medio de comunicación lo afirmaron así, agregando que “es una puñalada camuflada a la libertad de expresión” y que sin materia prima “no hay periódico, trabajo, democracia, libertad ni progreso”. Es por ello que esperan que el Gobierno nacional otorgue dólares preferenciales nuevamente para adquirir el insumo necesario para poder volver a llevar su producto a los lectores. Por lo momentos estarán divulgando la información a través de su página web. “Los eslabones de la crisis nos dieron la estocada”, reza un comunicado publicado por el medio.
“Aunque sea con una página”
La jefa de redacción del diario El Carabobeño, Carolina González, aseguró que cada vez que se comunican con el Complejo Maneiro para comprar papel, la respuesta es “no hay”. A pesar de que el jueves el medio circuló por última vez con papel tradicional, comenzaron a publicar sus ediciones con papel “electrabite”, el que utilizaban exclusivamente para sus revistas dominicales y ediciones aniversarias. No descarta una nueva disminución de páginas y recortar aún más la circulación. “Si vamos a morir que sea con las botas puestas, aunque sea con una sola página circularemos”. Aseguró que son 308 los empleados que corren peligro de perder su puesto de trabajo, sumados a otros 700 trabajadores indirectos. “Hemos tenido renuncias por la inseguridad laboral, pero también hay quienes están dispuestos a dar la batalla”.
Carlos Sosa
El Tiempo