Iota llegó este miércoles a El Salvador y poco después se degradó a una depresión tropical, tras sumar al menos diez muertos en su camino y provocar daños importantes en Nicaragua, donde miles de personas quedaron incomunicadas, sin agua ni luz.
El ciclón amenaza con agravar la situación en zonas de Centroamérica devastadas hace dos semanas por el ciclón Eta.
Iota ha dejado seis muertos en Nicaragua, dos de ellos niños, además de dos fallecidos en el archipiélago colombiano de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, uno en Panamá y otro en El Salvador.
Según el último reporte del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC), Iota se sigue desplazando sobre El Salvador con vientos máximos sostenidos de 55 km/h y se espera que se “disipe más adelante” en la jornada.
Daños, muertes y riesgos
El gobierno salvadoreño lamentó la muerte de un motociclista luego de que un árbol fuera derribado por el viento. Un total de 813 personas fueron evacuadas de zonas de riesgo y ubicadas en 230 albergues.
En Honduras, el gobierno ordenó el cierre de las principales carreteras del país hasta la mañana de este miércoles ante el riesgo de desbordamiento de ríos.
Iota, que tocó tierra la noche del lunes como huracán categoría 5 (la máxima en la escala Saffir-Simpson), se había degradado ya tormenta tropical el martes.
STR | Agence France-Presse
Más fuerte que Eta, Iota llegó a Nicaragua como huracán con vientos máximos de 260 km/h, según el NHC.
Pero pese a que se ha degradado, las lluvias asociadas al ciclón pueden seguir generando inundaciones repentinas y crecidas de ríos que amenazan la vida de los pobladores en partes de Centroamérica, advirtió el centro estadounidense.
Y en Honduras, Nicaragua y Guatemala esos fenómenos podrían verse exacerbados por los efectos recientes del huracán Eta, que tocó tierra el 3 de noviembre también en el Caribe nicaragüense y dejó al menos 200 muertos y desaparecidos y 2,5 millones de afectados en Centroamérica.
En Bilwi, principal ciudad del Caribe Norte de Nicaragua, hay “caída de árboles, de postes de luz del tendido eléctrico, de techos de casas que salieron por el aire y un hotel que perdió todo el techo”, dijo el director del Sistema Nacional de Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (Sinapred), Guillermo González.
Dos niños murieron el lunes en Nicaragua al intentar cruzar un río y otras cuatro personas fallecieron el martes en diferentes partes del país en inundaciones y derrumbes, informó la vicepresidenta Rosario Murillo.
El paso de Iota dejó también dos muertos, un desaparecido y seis heridos en el archipiélago colombiano de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, donde “gran parte de la infraestructura” quedó destruida, según informó el martes el presidente Iván Duque.
Las autoridades de Panamá, en tanto, reportaron una mujer fallecida en la comarca indígena Ngäbe Buglé, mientras unas 2.000 personas fueron albergadas en refugios.
Sin comunicación
El ministro nicaragüense de Infraestructura, Denis Moncada, dijo que brigadas rescatistas intentan despejar 497 árboles que cayeron sobre carreteras en los municipios caribeños de Rosita, Siuna y Bonanza.
Indicó que en la costa del Pacífico hay cortes de vías, principalmente en el departamento sureño de Rivas, sobre la carretera Panamericana, por el desborde del río Ochomogo.
Sinapred en tanto informó que 48.000 personas fueron evacuadas en Nicaragua, la mayoría en el Caribe Norte.
Pero se desconoce la magnitud real de los daños causados por Iota en la zona debido a que la comunicación con Bilwi ha sido interrumpida.
La estatal nicaragüense de Telecomunicaciones (Telcor) informó en una nota de prensa que hay “serias afectaciones” en las comunicaciones en esa localidad.
El gobierno nicaragüense informó que 114.200 viviendas en todo el país quedaron sin energía eléctrica y 47.638 sin agua.
Sinapred alertó también de potenciales deslizamientos por las intensas lluvias en otras localidades de Nicaragua.
Amenaza regional
En Honduras, militares y policías desalojaron a pobladores de zonas de riesgo en la región del valle de Sula y de orillas de los ríos y barrios propensos a deslaves en Tegucigalpa.
En la comunidad miskita de Nueva Jerusalén, en el Caribe, los vientos destruyeron el techo del centro de salud y 38 viviendas, y arrancaron árboles.
Iota también se hizo sentir en Costa Rica, que reportó 16 inundaciones, en su mayoría en el litoral Pacífico, y cinco deslizamientos que bloquearon rutas, según la Comisión Nacional de Emergencias.
Guatemala, en tanto, se preparaba para “lo peor”, según el presidente Alejandro Giammattei, aunque los daños han sido menores a lo esperado.
La actual temporada de huracanes en el Atlántico ha batido récords. Iota es la decimotercera de las 30 tormentas con nombre registradas este año que alcanzó la categoría de huracán.
AFP