El correo electrónico del presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, fue interceptado ilegalmente pero hasta el momento no hay indicios claros de quién estaba espiando al mandatario, según publica este sábado el diario El Tiempo.
Según la publicación, «al menos dos correos electrónicos enviados por el presidente Juan Manuel Santos desde su cuenta personal fueron interceptados ilegalmente».
El diario aclara que estos correos nada tienen que ver con temas de Gobierno sino que se trata de dos comunicaciones personales.
La primera se refiere a un posible negocio de obras de arte, que finalmente no se concretó, y la segunda tiene que ver con los giros hechos por el presidente Santos para cubrir la matrícula de su hija, María Antonia, que estudia en una universidad del exterior.
La interceptación fue puesta en conocimiento del jefe del Estado hace pocos días, por lo que se tiene al equipo de seguridad de la Casa de Nariño, sede del Ejecutivo, siguiendo el rastro de los responsables del acto de piratería.
Según la publicación, las autoridades que están al frente del caso no descartan que existan más correos personales interceptados al presidente colombiano, pero aún no hay indicios claros de quién lo estaba haciendo.
El caso ha llevado a una profunda revisión de todos los protocolos de seguridad de Santos y de otros altos funcionarios del Estado, según lo han confirmado fuentes de la Casa de Nariño.
La interceptación al correo personal de Santos se suma a la investigación que lleva a cabo la Fiscalía General de la Nación en el caso de unas supuestas interceptaciones de correos y de mensajes de texto a miembros del equipo negociador en los diálogos de paz con las FARC en Cuba por parte del espionaje militar.
Santos ha reiterado que las fachadas de inteligencia militar son herramientas legales y necesarias para el Estado para protegerse de sus enemigos, pero hay que determinar si en esa central de espionaje se hicieron actividades ilícitas, como rastrear conversaciones de los negociadores de paz y de otras personalidades políticas.
Agencias