La República Checa va introducir el jueves 29, controles en su frontera oriental y sudoriental, que limita con Eslovaquia, tras detectarse un gran aumento de las llegadas de ciudadanos sirios que usan ambos países como rutas de tránsito.
«Tenemos que tomar esta medida preventiva, para poder afrontar esa situación a largo plazo y disuadir a los migrantes ilegales de usar esta ruta», dijo el primer ministro, el conservador Petr Fiala, al anunciar la medida.
El ministro de Interior, Vit Rakusan, indicó que las gestiones de repatriación a Eslovaquia, no están funcionando bien, y por ello se introduce la medida. Estos controles, que inicialmente durarán diez días, se producen tras detectarse alrededor de 9.500 personas sin documentación, en su mayoría de origen sirio y procedentes de Turquía, desde comienzos de junio.
Praga destinará 500 policías y 60 agentes aduaneros para controlar, en cada turno de 12 horas, los 251 kilómetros de frontera con Eslovaquia.
EFE