Miles de inmigrantes procedentes de Eritrea y Sudán llevaron sus protestas contra la política de asilo de Israel a Jerusalén.
En su cuarto día de protestas para exigir la revisión de sus solicitudes de asilo y la anulación de la reforma de la Ley de Prevención de la Infiltración.
Los manifestantes llegaron ante el Parlamento, donde no llegaron a reunirse con representantes de la izquierda como en principio estaba previsto.
Desde la derecha se ha acusado a los manifestantes de intentar dañar la imagen del país y mostrarlo ante la comunidad internacional como un violador de derechos humanos.
Fuente: BBC Mundo
Fuente Imagen: El Mundo