Lo primero, aclarar que «pescadofilia» es una palabra que me acabo de inventar; en la RAE no aparece y no se si existe algún término que defina mejor el tema al que nos estamos refiriendo. Agradeceré cualquier aporte que nos ilumine en esta cuestión.
Efectivamente, hablamos de una filia sexual. Alguno se puede escandalizará al leer esto, pero la (cruel) realidad es que sí: hay personas que disfrutan realizando prácticas sexuales con la ayuda de… peces. (Véase A fish called Selma, ejem)
Ahora es cuando el 99,5% de los lectores tuercen el gesto y reaccionan poco positivamente a la propuesta. La mayoría porque son expertos en el tema y lo de «iniciación» no les motiva, y piensan más en pulpos, anguilas y cosas así. Una minoría rechazará la idea sin pararse a pensar realmente porqué lo descartan. Bien, no puedo culparles por ello.
Al 0,5% restante es a quienes me dirijo.
Si quieres introducirte iniciarte en el noble arte de la pescadofilia, te sugerimos que no vayas directamente a la pescadería a adquirir la materia prima, primero experimenta con el simpático y eficiente pez-vibrador «Rub my fishie».
A diferencia de los pescados «auténticos», el Rub my fishie es más barato, se conserva mejor y vibra más. Además, debido a su peculiar textura, no presenta el problema habitual de los peces orgánicos: el tema de las escamas. No, no voy a entrar en más detalles. Ya está.
Quien quiera experimentar el placer más salvaje y marinero aquí tiene la solución: Comprar un pez-vibrador en nuestro nuevo sex-shop QueLoVendanX.com (código de descuento 10% ME_GUSTA_QUELOVENDANX)http:/
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