Poco son los que pueden resistirse al aroma dulce o a mantequilla proveniente de unas palomitas crujientes, recién hechas y sobre todo muy tentadoras en un día frío. Niños y adultos podemos sucumbir fácilmente en ferias, cines y a pie de calle ante él. Después de todo, ¿por qué no permitirse lo una vez cada cierto tiempo? Algo de azúcar o sal, combinando con maíz y unas cucharadas de aceite, tampoco ha matado a nadie.
Sin embargo la ecuación no es tan inofensiva como parece… Si las palomitas de maíz que estás comiendo no proceden de un envase en el que entre los ingredientes esté claramente escrito que no proceden de OMG (alimentos modificados genéticamente) podrías estar exponiéndote a sufrir a alergias, infertilidad, daño hepático y cáncer.
1. Aceite de soja
Un 95% de la soja procedente de los Estados Unidos ha sido modificada genéticamente; debes saber que el aceite con el que se elaboran las palomitas suele ser de soja.
2. Aceite parcialmente hidrogenado
Es una forma camuflada de llamar a los ácidos grasos trans, tan favorecedoras de afecciones del corazón, derrames cerebrales, diabetes, obesidad, y además puede producir infertilidad y Alzheimer.
3. Sabores artificiales
Es algo difícil de entender que añadan sabores artificiales a algo que no lo necesita; pero así es y éstos intervienen en el normal funcionamiento de procesos que tienen lugar en nuestro cuerpo, influenciando el estado de ánimo y la concentración. También pueden provocar alergias.
4. Galato de propilo
Consiste en un aditivo alimentario artificial; de bueno no tiene nada ya que puede ocasionar asma, problemas de hígado y riñón e incrementar el riesgo de cáncer.
5. TBHQ
También conocida como butilhidroquinona terciaria, es un conservante químico; increíblemente es otra versión del butano, el cual al ser introducido en la elaboración de las palomitas de maíz puede producir:
Náuseas
Zumbidos en los oídos (tinnitus)
Agravar ADHD, ADD, ansiedad
Puede provocar cáncer
Ocasionar desequilibrio hormonal
6. Sucralosa o Splenda
Se trata de un edulcorante artificial que provoca trastornos gastrointestinales (dolor, gases, calambres), migrañas, visión borrosa, mareos, contribuye al aumento de antojos de carbohidratos y por lo tanto favorece el aumento de peso elevando además la glucosa; puede ocasionar infertilidad y además disminuye las bacterias intestinales saludables (probióticos).
7. Colores Artificiales
Palomitas, como por ejemplo las que saben a queso, contienen unos seis colorantes artificiales en tonos de amarillo, los que llevan a padecer mayor nivel de ansiedad y síntomas de TDA, disminuyendo la concentración.
8. Mantequilla
Lamentablemente no es nada natural, ya que suele utilizarse mantequilla no orgánica, lo cual incrementa los niveles de estrógeno, baja la testosterona, produce resistencia a los antibióticos favoreciendo enfermedades como el cáncer y la infertilidad; por otra parte, estamos consumiendo hormonas, antibióticos y pesticidas.
Revestimientos químicos
Los envases en los que se envuelven las apetitosas pero perjudiciales palomitas de maíz esconden grandes enemigos de la salud, como por ejemplo sustancias químicas como la PFOA, PFC, y plásticos. Cuando colocas las palomitas dentro de su envase para que se hagan en el microondas, estos componentes pasan a ellas, contaminándolas.
Todavía no son muy fáciles de conseguir, pero existen palomitas con ingredientes totalmente orgánicos y saludables, incluyendo le envase.
De todas formas, ¡no te quedes con el antojo! Mi truco es comprar maíz de origen orgánico, utilizar unas cucharadas de aceite virgen extra y hacerlas en una parte. Luego añádeles miel o sal marina y ya tienes unas ¡palomitas sanas y caseras para disfrutar en familia!
Fuente: iMujer