El abogado Carlos Rodríguez Pérez, investigador en Derechos de Migrantes y Refugiados del Centro de Derechos Humanos de la Universidad Católica Andrés Bello -UCAB-, junto a la investigadora Ligia Bolívar, realizó el informe “Recomenzar lejos de casa. La migración forzada de personas mayores venezolanas”.
Rodríguez detalló que “para su elaboración buscamos información bibliográfica, es decir cosas ya escritas sobre la materia e hicimos una revisión normativa a nivel de estándares internacionales, pero también hicimos entrevistas y creo que esta es la fortaleza del informe”.
En conversación con Eduardo Rodríguez en el espacio A Tiempo de Unión Radio, destacó las entrevistas hechas a los protagonistas, “las personas mayores de 60 años para saber un poco cuáles eran sus realidades, necesidades, los riesgos y barreras que están enfrentando en los países de acogida a los que están migrando”.
Preciso que el informe hace un levantamiento de informaciones de adultos mayores venezolanos en Argentina, Perú, Colombia, Uruguay, Panamá, México y España.
La motivación del informe es “la invisibilidad de estas personas venezolanas mayores de 60 (…) Mucho se habla de la migración venezolana pero muy poco de este grupo”.
Apuntó que incluso en las cifras de Naciones Unidas -ONU- que hablan de “más de 7.7 millones de venezolanos así que han salido (del país) no se sabe cuántos son adultos mayores”. Asimismo -acotó- que en las estadísticas oficiales de los países de acogida tampoco “hay esa información disgregada por edad”.
“Esta falta de información constituye una barrera para la inserción e integración de la población adulta mayor venezolana en los países de acogida porque no se sabe cuáles son sus realidades y vulnerabilidades, y precisamente eso es lo que busca este informe”, enfatizó.
Subrayó que a los nativos venezolanos les resulta muy complicado migrar porque a los problemas de adaptación, se suma verse separados de su entorno familiar y de sus amigos y “esto supone un impacto en la salud mental”.
Apuntó que el informe recoge una serie de recomendaciones a los países de acogida haciendo énfasis en el levantamiento de información para “conocer cuántos hay”.
“También en qué parte del territorio están ubicados, hacer una especie de mapeo, entrevistarlos para ver cuáles son sus necesidades y realidades, cuáles son las barreras que enfrentan para poder insertarse, tanto económica como socialmente”, añadió.
Considera muy importante insertar esta población en los programas nacionales de envejecimiento y salud porque muchas veces están excluidos porque no tienen documentación legal.
Asimismo, el Estado venezolano debería, a través de los servicios consulares, exonerar el pago de la tramitación de algunos documentos a estas personas mayores venezolanas que han migrado.
UR