Desde que las mujeres comienzan la vida sexual, el o la ginecólogx en muchos casos, se convierte prácticamente en el/la médicx de cabecera y se le suelen revelar detalles de la vida íntima. Aun cuando puede generar temor acudir a la consulta médica, es importante la visita anual, recuerda que todo lo que se hable allí es confidencial, así que si necesitas resolver dudas, aprovecha ese momento.
Tu ginecólogo debe hacerte preguntas de rutina, así que no se debería ocultar información, pues esos datos pueden ser de mucha utilidad para brindarte orientación y tratamiento según tus necesidades. Sé honesta y asegúrate de comentarle antecedentes personales y familiares de enfermedades, si usas métodos anticonceptivos o alguna experiencia negativa que hayas tenido en su uso, si tienes menstruaciones no regulares, es decir, que no ocurren mensualmente, que han sufrido alteración en el patrón de sangrado o cualquier cambio que detectes o también si presentas ardor, molestias o prurito (picor) en tus genitales, o en las mamas, de modo que alteren tu calidad de vida.
De igual forma, es importante comunicarle a tu especialista si has tenido embarazos y/o abortos. Si has vivido experiencias desafortunadas, tu especialista no tiene por que juzgarte.
Contar cierta información sobre la vida sexual, puede ser de mucha ayuda. Quizá tu médicx no te pregunte número de compañerxs sexuales, ni orientación erótico-afectiva-sexual, ni prácticas sexuales, pero aportar estos datos podrían ayudar a que el abordaje en la consulta sea más efectivo y adaptada a tus necesidades específicas. De igual forma, coméntale si tienes relaciones sexuales con dolor, pues esto no es lo habitual y en caso que necesites abordaje a profundidad, te referirá con sexólogxs o terapeutas, según lo que considere necesario.
Si has tenido relaciones sexuales bajo coerción o violentas, no dudes en comunicarlo, para que haga el abordaje según protocolos y te oriente sobre donde más acudir.
Hay chicas que mienten acerca de su edad para poder ser candidatas a técnicas de reproducción asistida, lo cual no es apropiado, porque puede exponerte a riesgos.
Si tienes que hacer preguntas sobre el funcionamiento o cambios en tu cuerpo, o sobre tus relaciones sexuales, no lo dudes. Muchas chicas se cohíben por temor a ser juzgadas o pensar que la respuesta puede ser obvia. Es preferible aprovechar la consulta para eliminar inquietudes o para conocer que otro profesional puede ayudarte.
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