Como cualquier otra mentira, es difícil confesar una infidelidad y el eterno debate está en si se debe o no confesar. Según el diario ABC, algunos expertos en terapia de pareja consideran que es mejor no confesar la indiscrección para no romper la confianza en la relación.
Sin embargo, cuando la relación se ha visto muy deteriorada desde que se produce el engaño, resulta conveniente sincerarse para que la pareja encuentre sentido a todo lo que está pasando y, si decide perdonar, buscar juntos una solución.
La terapeuta familiar Mónica Silva aconseja que para confesar una infidelidad se necesita preparación. “El ego sufre mucho, no es fácil decirle al otro ‘te cambié por otra persona’. El riesgo es grande, pero más riesgo se corre al no decirlo y que la relación de pareja se pierda”.
Y tú, ¿confesarías una infidelidad y cómo lo harías?
Eme de mujer