El presidente de la Camará Venezolana del Calzado y Componentes, Luigi Pissella, sostuvo que a pesar del esfuerzo realizado por la industria nacional para cubrir las demandas de calzado, “no se escapo de la inflación”, por lo que cierra el año de “forma preocupante”.
En el programa A Tiempo que transmite Unión Radio, expresó que en el 2017 las empresas de calzado tuvo una baja de consumo del “30% de las unidades” por la disminución del poder adquisitivo de los venezolanos, además agregó que el país está por debajo de “0,90 el consumo per capita”. Según Pissella para el próximo año, el estado de las industria nacional puede agravarse porque la “inflación afecta a los inventarios” de las tiendas.
“El sector comercio para recuperar los inventarios tiene que vender 4 pares de zapatos para comprar uno”, lo que genera que la oferta de calzado se “mucho menor”, afirmó Pissella.
Pissella sostuvo que la decisión de la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde), de “obligar” a las tiendas a bajar el “50% de los precios de los calzados” generó una perdida del “20% por debajo del precio de cada par de zapatos” lo afecta los ingresos de los comercios que tienen que pagar “arrendamiento”. Según Pissella es necesario que la Sundde revise los inventarios de las tiendas para que no las sigan “obligando a vender al precio del costo que adquirieron el producto.
UR