A simple vista, las cifras pueden llamar a engaños. Aunque la producción de autos en febrero mostró un repunte de 5,2% frente al mismo lapso de 2014, lo cierto es que la industria sigue arrojando resultados negativos, toda vez que las siete ensambladoras privadas apenas lograron trabajar a menos de 10% de su capacidad instalada.
De acuerdo con las cifras dadas a conocer por la Cámara Automotriz de Venezuela (Cavenez), en febrero pasado se ensamblaron en el país 1.573 unidades, lo que significa que las ensambladoras laboraron a cerca de 7% de su capacidad productiva, estimada en una 21.000 unidades al mes; ello partiendo de la capacidad productiva del sector estimada en más de 250.000 unidades al año.
Resultados similares se obtienen cuando se comparan las cifras de producción durante los dos primeros meses del año con el mismo período de 2014. Si bien el ensamblaje subió más de 14% de un período a otro, en el trasfondo se evidencia una contracción superior a 90% respecto a las más de 40.000 unidades que debieron ensamblarse entre enero y febrero si la industria trabajara a plena capacidad.
Esta reducción de la producción tiene que ver con la fuerte caída de las asignaciones de divisas para la adquisición de material de ensamblaje importado, tomando en cuenta que según cálculos del sector las compañías del área recibieron el año pasado cerca de 10% de los recursos demandados para trabajar a plena capacidad.
Y las perspectivas no son muy alentadoras. A la fecha, el sector automotor en general (ensambladoras, importadores, autopartistas y distribuidores de piezas y partes) no han recibido los recursos asignados durante la última subasta del Sicad en noviembre de 2014, por lo que no han podido hacer nuevas solicitudes de mercancía a sus proveedores internacionales.
“Estamos trabajando con el poco inventario que nos queda del año pasado porque no hemos podido importar material nuevo”, señaló recientemente una fuente del sector, quien precisó que el stock de partes de ensamblaje del que disponen las diferentes empresas alcanza para mantener el mermado ritmo de producción actual hasta finales de marzo o principios de abril.
Y si de mediano plazo se trata, la no asignación de divisas en lo que va de año permite proyectar que a mediados de año la industria enfrentará serios problemas para mantener la operatividad.
Alza pírrica
El magro avance que experimentó la producción de autos se puede transpolar al mercado en general. Aunque los datos de Cavenez revelan que la venta de 1.304 autos en febrero representó un alza de 59,6% frente al mismo mes de 2014, lo cierto es que el mercado soporta una contracción de 97% si la comparación se hace contra febrero de 2007 (año récord del mercado), cuando se colocaron 43.456 autos.
Asimismo, al repunte de 29% de las ventas entre enero y febrero de este año tras la venta de 1.956 unidades, resulta una mera ilusión cuando se tiene que en ese mismo lapso de 2007 se colocaron 62.212 vehículos, lo que evidencia una contracción de casi 97% en los últimos ocho año
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