Las dudas que suscitaron los Pacers de Indiana habían sido más que justificadas. Sin embargo, la manera como liquidaron a los Wizards de Washington muestra que tal vez dejaron atrás toda disfunción de juego.
Roy Hibbert resucitó en el segundo partido; la fuerte defensiva del equipo propició la victoria en el tercer partido; Paul George logró 39 puntos en el cuarto encuentro, y después de un horrible quinto partido, David West tuvo una gran actuación para el triunfo de los Pacers en las semifinales.
West anotó el jueves en la noche 29 puntos y aunque los Pacers habían dilapidado una ventaja de 16 unidades en la segunda mitad reactivaron su ofensiva al final y vencieron 93-80 a los Wizards paraavanzar a la final de la Conferencia del Este por segundo año consecutivo.
Los Pacers ganaron 4-2 la serie de semifinales a los Wizards.
«Frente a tanta adversidad, continuamos empujando juntos», dijo West. «Los jugadores del equipo mostraron agallas y una resistencia increíbles», agregó.
Así pues, a pesar de todas sus caídas misteriosas y curiosidades químicas, los Pacers están de vuelta donde estuvieron la campaña anterior y disputarán al Heat de Miami la final de la Conferencia del Este.
«Continuamos en efervescencia», dijo Hibbert, cuyo acto intermitente de desaparición fue uno de los acontecimientos más desconcertantes al final de la temporada.
«No intentamos dejar que nuestras emociones afloren demasiado. A veces ocurre. Pero mantenemos la unidad», agregó.
Indiana obligó la campaña anterior a Miami a que ambos equipos jugaran los siete encuentros de la serie. Si los Pacers vuelven a desplegar un gran juego contra los Wizards, LeBron James y el Het podrían enfrentar una serie difícil.
El jueves, fue la hora de West. Anotó 13 de 26 tiros de campo, su cifra de intentos más alta en su carrera en playoffs.
West acertó un par de canastas de salto, incluida una con desplazamiento hacia atrás, que dio inicio a una ofensiva de 20-6 que puso fin al partido después del triple de Bradley Beal que había puesto a los Wizards en ventaja de un punto a ocho minutos y medio del final.
Cuando «David West tiene esa mirada, cuando está muy seguro de él mismo y exige la pelota, sé que estamos en buenas manos», declaró George, quien hizo efectivos cuatro de 11 tiros de campo y cosechó 12 unidades.
«Nunca nos ha fallado cuando nos da esa mirada y nos dice cuando nos reunimos ‘pásenme la pelota»’, apuntó.
Agencias
