Analistas señalan como posible causa retardo en retiro acordado de fondos
A pocos días para que finalice diciembre, y también el año, el proceso de diálogo reiniciado por el Gobierno nacional con un sector de la oposición luce estancado y sin señales de reanudación, como fue anunciado para este mes por voceros de ambos grupos y como es esperado por venezolanos que aspiran, en primer lugar, a que se dé cumplimiento a lo acordado en la última reunión en México sobre atención a necesidades de tipo humanitaria de la población.
También se esperan avances hacia la búsqueda de soluciones de tipo político que contemplarían, entre otras, las relacionadas con garantías electorales y liberación de dirigentes políticos.
Sin embargo, hasta ahora solo hay anuncios que, aunque han sido emitidos por individualidades que forman parte de ambos grupos negociadores, no tienen el debido carácter oficial.
En reciente entrevista de la agencia Reuters al diputado Nicolás Maduro Guerra, uno de los delegados del Gobierno, el parlamentario dijo: “todo parece indicar que este año no se vuelve (a México) quedamos en seguir teniendo algunos contactos aquí en Caracas que nos permitan evaluar el avance de este acuerdo”.
En tal sentido, agregó: “como indicó el Presidente, nosotros tenemos que ver la de esta oposición, de cumplir con este acuerdo, antes de seguir avanzando».
Se refería Maduro Guerra al primer acuerdo de los dialogantes en México, que apunta a la disposición de fondos por más de tres mil millones de dólares, retenidos en el extranjero por partidos del llamado G-4, y los cuales deberían ser liberados para destinarlos, a través de la participación de la Organización de Naciones Unidas (ONU), a la atención de situaciones que vive la población venezolana.
Optimismo opositor
Por el lado contrario, la posición favorable a la continuación inmediata del diálogo fue expresada por otro dirigente, sin calificación oficial. En declaración para Voz de América (VOA), Roberto Enríquez afirmó que “estamos listos para reunirnos de nuevo”, y agregó que la discusión de la agenda política debe comenzar en diciembre, aunque si bien este último mes del año no representa una fecha límite para que se defina cuándo se celebrarán las elecciones presidenciales, parlamentarias o regionales del país.
“Venezuela debe tener un Parlamento, un presidente, elecciones que no sean cuestionadas”, advierte el líder del partido Copei no reconocido por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
¿El meollo?
En un trabajo de Efecto Cocuyo se destaca la posibilidad de que la negativa del Gobierno a convocar la esperada nueva ronda de negociaciones estaría vinculada al hecho de que aún no se dispone de los fondos aprobados para la atención de las necesidades sociales consideradas de mayor urgencia.
Según revelan versiones basadas en posibles escenarios, “se está terminando de montar el andamiaje jurídico que es la base (del acuerdo), y obviamente eso condiciona todo”.
Se considera que el acta de creación del fondo con la ONU no ha sido suscrita y los miembros de la Mesa Nacional de Atención Social y del Grupo Especial para la Atención de los Efectos del Sobre cumplimiento no han sido designados, aunque el acuerdo social, firmado el pasado 26 de noviembre, establece que estos órganos auxiliares debían estar listos “en las 24 horas siguientes”.
EU
