La psiquiatra Rebeca Jiménez señala que las dificultades económicas y las elecciones presidenciales provocarán altos niveles de desasosiego y angustia que es indispensable prevenir. “La guerra se hace ahora en la mente”, dijo
En los últimos siete años, el venezolano ha estado sometido a fuertes sacudones emocionales que van desde la rabia hasta la desesperanza, ocasionados por la situación del país, un jaque mate psicológico, social, económico al que lo han llevado progresivamente, y solo ha buscado sobrevivir. Pero este 2024 será, en lo psíquico, un año muy particular: generará altísimos niveles de incertidumbre, según la psiquiatra Rebeca Jiménez.
“2024 va a tener sus picos, y la Incertidumbre será una de las palabras que más vamos a escuchar en salud mental este año”, afirmó.
Jiménez, especialista en terapia emocional, explica que, a partir de las historias clínicas de sus pacientes, ha comenzado a observar que la gente “está muy marcada” por las dificultades económicas que se agudizaron en diciembre de 2023 y no se sabe cómo evolucionará su situación en los próximos meses, pero también “hay una población que está muy angustiada por el hecho de comenzar el año con un alto nivel de desasosiego”.
Mientras se calcula que la economía crecerá más de un 9 % en 2024, en comparación con el año anterior, se desconoce cómo se traducirá ese cambio en la población venezolana, atrapada entre la creciente inflación y los bajísimos salarios. La inseguridad alimentaria severa en los venezolanos cubre al 45,2% de la población, es decir, a 13 millones de personas, y el 91,6% de los hogares utiliza estrategias de sobrevivencia para alimentarse, rindiendo el presupuesto o aumentando la carga laboral que no siempre se logra, según el informe de HumVenezuela de 2023.
A esta circunstancia se suman características particulares de 2024, hechos probables que la psiquiatra las menciona y que están en el ambiente: tensiones típicas de año de elecciones presidenciales, acrecentadas por la no certeza de cuándo se realizarán; creación de expectativas económicas y políticas que pueden no concretarse, como un aumento real de salarios y la anulación de las inhabilitaciones; y presencia de movimientos políticos y sociales que serán fuertemente impactados por la manipulación que buscará crear un candidato ganador, entre otras.
“En psicología política existe una cantidad de metodologías relacionadas con las comunicaciones, manejo de redes, que son una vía para disuadir políticamente a las personas más vulnerables para una determinada escogencia en medio de la polarización, y esto sumado al fragor de la lucha política, va a generar en la población en general altos niveles de incertidumbre y, en consecuencia, de angustia”, explicó.
Síntomas de angustia
Jiménez indica que es importante estar atentos a los síntomas de angustia que ocasiona la incertidumbre, este 2024.
Señaló a los trastornos de sueño como uno de los síntomas que podrán afectar con más frecuencia a las personas, así como los desórdenes alimentarios que se expresan en comer más o casi ninguna cantidad.
“El sistema de alerta que acompaña a estos síntomas de angustia estarán disparados, por lo que este año debe haber mucha prevención primaria en psiquiatría”, según dijo.
Ante esto, consideró que “este año, más que ningún otro” las personas deben contar con abundante información que les permita protegerse emocionalmente, mentalmente, de la avalancha de acciones que, supone, van a desplegarse a lo largo del año.
Y destacó la importancia de tener una buena higiene mental, no entendida como la simple distracción, sino más bien estar atentos a las cosas que pudieran impactar en la psique, a través de métodos específicos que puedan estar disponibles.
Los dispensarios de higiene mental públicos en los que se prestó la atención primaria, además de la medicina secundaria, desparecieron del país, y los centros de salud mental privados son inaccesibles para la mayoría por sus altos costos.
La guerra se hace ahora en la mente
Ante estas dificultades, Jiménez opinó que los medios masivos electrónicos pueden prestar una eficaz contribución para prevenir o al menos contrarrestar la angustia en la población venezolana.
“Estos medios, a los que a veces parece no importarles la salud mental, pueden suministrar información sobre higiene mental e instruir a la población sobre hábitos sanos para enfrentar los altísimos niveles de incertidumbre y de conflictividad que muy probablemente vayan a aparecer. Y también evitar mensajes que pudiesen provocar confrontación”, sugirió como una “prioridad”.
“Sabemos que las guerras ahora se hacen en la mente humana. Hay conflictos armados, claro, pero donde comienza la guerra siempre es en la mente”.
Cómo se provoca una guerra en la mente es un proceso complejo que la psiquiatra, exploradora en la oscuridad de la psique humana, tiene claro.
“Con la creación del enemigo, la siembra de inseguridad personal que se provoque un aislamiento de la gente por miedo a la inseguridad, la generación de expectativa de violencia, alguien puedo ofender, pero otra cosa es que amenace a través de maniobras de cualquier naturaleza”.
Jiménez sostiene que pudiese verse esto durante la confrontación política, porque va a haber elecciones.
Recomendaciones
-Es absolutamente prioritario dosificar el tiempo invertido en las redes, para bien o para mal.
-Encontrar un nivel suficiente de información para que evitar que los síntomas de angustia aumenten, lo cual dependerá de cada persona. Hay quienes se angustian por exceso de información ý otros porque no están informados. “Debe haber un equilibrio entre estar informado y estar intoxicado de informaciones de tipo político y violento”.
-Atentos a los fakesnews y adoptar hábitos de salud mental prioritarios, como escuchar música, escoger lecturas plácidas y relajantes
-Fomentar pequeños grupos de apoyo e interacción para hacer caminatas, disfrutar de música, lecturas, debatir ideas; y también compartir actividades religiosas entre quienes así lo prefieran. “El grupo lleva a seguir una dinámica saludable y constante”.
Por: Olgalinda Pimentel R