Entró en vigencia el Convenio Cambiario; se establecieron los tres tipos de cambio y las operaciones para participar en el Sistema Marginal de Divisas (Simadi). Pero es poco lo que se dice sobre el retraso y la asignación de dólares para los jóvenes que cursan estudios en el exterior. El miércoles en la noche, Nelson Merentes, presidente del Banco Central de Venezuela, aseguró que el Ejecutivo garantiza la moneda para los estudiantes en diferentes niveles académicos, específicamente aquellos que cursan doctorados y maestrías, y agregó: «Que se dediquen a estudiar para que el país siga su desarrollo, ellos son de vital importancia. Todos los que están en el exterior deben terminar sus estudios». ¿Pero cómo?
El voraz anuncio enciende las alarmas y empeora la incertidumbre de unos 25 mil estudiantes que se encuentran en diferentes países del mundo con el fin de ampliar su formación académica. Para muchos la oportunidad de obtener un título universitario en otro país se venció; para otros, los sueños se desvanecen poco a poco ante la irregularidad en la entrega de divisas. Las medidas del Gobierno nacional han provocado que los jóvenes enfrenten situaciones precarias de vivienda, limiten su dieta a una sola comida al día y suspendan sus estudios.
Sin precio fijo
Pero la preocupación ahora no es solo si se les adjudicarán o no los dólares, sino la tasa que fije el Gobierno para comprarlos. Elías Matta, miembro de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional, hizo referencia a las dudas que este nuevo sistema ha generado: «Merentes dijo que los estudiantes podrán contar con los dólares, pero no dijo a qué precio. Sería una locura que después de que estos se beneficiaron con una moneda a 6,30 se oferte ahora a 12 bolívares».
A este último lo catalogó como un dólar ficticio que crecerá y que cada vez será más difícil de cancelar, sin mencionar la posibilidad de que los estudiantes tengan que subastar con el Simadi, en el cual no habrá una tasa oficial para el tipo de cambio, según lo anunciado. «A ese valor solo podrían estudiar los millonarios, y en Venezuela son pocos».
Roberto León Parilli, presidente de la Alianza Nacional de Usuarios y Consumidores (Anauco), precisó también que la tasa no está clara y que el Gobierno ha demostrado que resolver el asunto de los estudiantes no es prioridad en su agenda. Al igual que todos los venezolanos, él también desconoce el precio que se fijará: «No sabemos si va a pasar de 6,30 a 100 bolívares, pero si es así, tendrían entonces que lidiar con la tasa más alta. Eso es como decirles a los muchachos: ‘Devuélvanse'». Rechazó que un control de cambio sea el obstáculo para un derecho constitucional como lo es el estudio.
Hasta el momento, el Centro de Comercio Exterior (Cencoex) no ha emitido ningún comunicado concreto. Los estudiantes piden se esclarezca la situación, que pone en vilo sus estudios.
Venezolanos se organizan en el exterior
Debido al incumplimiento al otorgar las divisas, diferentes estudiantes en el mundo se organizaron para intentar aligerar el proceso y tratar de poner punto final a las vicisitudes que enfrentan en sus respectivas universidades. Juntos crearon la Asociación de Estudiantes Venezolanos en el Exterior (Arve) para dirigirse a los consulados de 11 ciudades en cinco países, como Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Canadá, además de la Organización de Estados Americanos (OEA), con el fin de entregar una carta para denunciar el abandono y el silencio por parte de su Gobierno.
Mónica Freites es una de las afectadas. Después de un año dejó de recibir las divisas y como consecuencia sus estudios de posgrado en Comercio Internacional en Alemania se han truncado. Aunque no hay cifras oficiales, su caso es como el de otros miles que apelan la decisión e introducen una carta de reconsideración, que en la mayoría de los casos Cencoex no responde.
Tampoco hay divisas para cursos de inglés. Lucía fue unas de las que vivió la desilusión. Una semana después de llegar a lo que sería su destino por al menos seis meses tuvo que empacar los sueños y regresarse. El Gobierno venezolano no le aprobó los recursos; la notificación la recibió en su correo una semana después de haber llegado. El mismo comienza así: «Por incumplimiento de la condición establecida en el artículo 1 de la referida providencia, según el cual la actividad académica a cursar debe circunscribirse a las áreas y subáreas de formación determinadas como prioritarias, a través del Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria; siendo que la actividad sobre la cual versa la solicitud indicada no se encuentra establecida como área y subáreas de formación prioritaria en el exterior según la resolución número 3.147, de fecha 17 de abril de 2012, publicada en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela número 39.904…».
¿Y los nuevos estudiantes?
Matta también destacó del anuncio escueto de Merentes el caso omiso que hizo de los bachilleres que se plantean también la posibilidad de formar parte de la matrícula de una universidad internacional. «Hasta ahora no se ha hablado tampoco de los jóvenes que quieren disfrutar de ese beneficio».
Por Andrea Terán
laverdad.com