La improvisación, opacidad en cuanto a la información sobre el COVID-19 en el país, el colapso del sistema de salud de la nación y una cantidad de mentiras por parte del régimen de Maduro sobre este tema, es lo que ha reinado desde hace un año de la llegada de la pandemia a Venezuela.
Estas afirmaciones forman parte del debate sobre el incremento de los casos de COVID-19 y el colapso del sector salud, que se llevó a cabo este martes 13 de abril en la Comisión Delegada vía on line.
El diputado Freddy Superlano quien dio inicio al debate, aseveró que la dictadura se opone que 12 millones de dosis diligenciadas por el sistema COVAX y en proceso de adquisición por la legítima Asamblea Nacional entren al país, politizando así una situación que es de vida o muerte para los Venezolanos.
“En este momento lo que debe imperar es la adquisición de la vacuna por el método más expedito y a la par, desarrollar un plan de vacunación donde se involucren las mentes más brillantes del país que piensen en la implementación de una logística masiva para vacunar a más de 20 millones de venezolanos rápidamente. No se puede improvisar cuando se trata de salvar vida y eso significa hoy la vacuna”, advirtió.
Dijo que luego de un año de pandemia los hospitales en Venezuela siguen colapsados y la dotación en ellos es bastante escasa, para ello, trajo como ejemplo lo sucedido este lunes en el Hospital Dr. Domingo Luciani donde no había oxígeno y las personas que necesitaban de este morían.
Aseguro que esta realidad se repite en la gran mayoría de los centros de salud pública en Venezuela donde las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) están llenas y sobrepasa en términos humanos al personal de salud.
Superlano indicó que en Venezuela no ha existido ningún tipo de planificación para ir contra el COVID-19 y señaló que el régimen ha mentido al decir que pondrían a disposición 46 hospitales, “pero ninguno de estos estaban preparados para enfrentar la pandemia”.
Sobre el personal de salud informó que hasta la fecha se han contabilizado 442 médicos que han fallecido a causa del COVID-19 “y nadie responde por ellos y se hace cada vez más común las colectas para poder enterrarlos y lo peor del caso, es que hasta hoy hayan trabajadores de la salud que pasado un año de esta pandemia no han sido objeto ni siquiera de una prueba diagnóstica”.
Advirtió que el futuro no se ve prometedor y el régimen no habla de un plan de vacunación, lo que se sabe hasta el momento es la llegada de unas vacunas rusas y chinas pero es un secreto su distribución y el criterio de aplicación, apuntó.
Nota de Prensa
