El furor del público iba in crescendo al ritmo de los gritos de “¡Il Volo! ¡Il Volo!”. Apenas empezaron a sonar las primeras notas de un violín, los celulares se alzaron para darle la bienvenida el trío italiano.
No hubo presentación en el momento en que Piero Barone, Ignazio Boschetto y Gianluca Ginoble aparecieron en la tarima en medio de los gritos de las jóvenes expectantes. La introducción fue la potente voz con la que estos chicos dieron inicio al concierto con la canción Nuestro amor, basada en I don´t wanna miss a thing de la banda Aerosmith.
Un total de 20 piezas que conformaron el repertorio de los tres tenores hicieron una justa en cuatro idiomas -español, inglés, italiano y francés- durante el concierto del sábado en la Universidad Simón Bolívar.
Nuestro amor es más que grande fue el momento en que el público empezó a corear las letras de la canción al tiempo que ondeaban una que otra bandera con el tricolor italiano y el venezolano.
“¡Gracias, Caracas! ¡Grazie! ¿Les gustó nuestro francés?” Soltó Barone después de entonar Tous visage de L´ amour con las notas de una guitarra eléctrica en el fondo.
Así sonaron algunas piezas de su más reciente disco en español Más que amor y algunas conocidas de sus anteriores álbumes We are love e Il Volo, entre las que se incluyeron Espléndida, La luna me hizo esto, Granada, Historia de un amor e Il canto.
Barone y Ginoble aprovecharon la oportunidad para realizar un solo cada uno con No puede ser y En Aranjuez con tu amor, respectivamente.
También dieron un paseo por algunos clásicos de la música mexicana como El reloj, de Roberto Cantoral, y El triste, de José José.
El momento más movido de la noche fue cuando los tres jóvenes cantaron el clásico de U2, Beautiful day, donde pasearon por el escenario mientras sonaba la guitarra eléctrica y la batería (momento en que Boschetto aprovechó para lanzar las baquetas al público).
Más de una jovencita saltó y alzó los brazos en el momento en que los cantantes dijeron “necesitamos a alguien en el escenario”. Seguridad se encargó de hacer subir a tres jovencitas a la tarima, a quienes le dedicaron la canción María.
La velada culminó con Constantemente mía y O sole mio, esta última con la que el trío se dio a conocer y remontó el vuelo hacia la fama internacional.
Fuente:Agencias