«¡Basta de violencia asesina!». Con estas palabras el arzobispo de Caracas, cardenal Jorge Urosa Savino, reclamó de las autoridades ponerle freno a la muerte de adolescentes que vienen registrándose en los últimos días.
En un comunicado, en el cual expresó sus condolencias a las familias de los fallecidos, el purpurado también exigió: «Sanción para los culpables, y que se prohíba el uso de armas letales para controlar manifestaciones».
En similares términos se pronunció el obispo de San Cristóbal, monseñor Mario Moronta, quien pidió a la policía no usar métodos o armamentos «contrarios a la legalidad» para enfrentar protestas, no sin antes recordar que ellas son «un derecho ciudadano». En la localidad tachirense se registró la última víctima de la represión.
EL UNIVERSAL