El vibrafonista Alfredo Naranjo, con su “Guajeo”, la sonera Trina Medina y el cantante Joseph Amado rindieron homenaje al maestro Eddie Palmieri, a Celia Cruz y al “Cantante de los Cantantes”, Héctor Lavoe. El público caraqueño quedó feliz y convencido de que la Salsa no morirá jamás
Este domingo 14 de diciembre tres grandes exponentes de la Salsa brava, todos venezolanos, reivindicaron la vigencia del género y demostraron que los escenarios caraqueños siguen siendo espacios adecuados para el bailador y amantes de la buena música.
El vibrafonista y compositor Alfredo Naranjo, con su orquesta “Guajeo”, la sonera Trina Medina y el cantante Joseph Amado subieron a la tarima de la Concha Acústica de Bello Monte y a casa llena rindieron homenaje al legado que nos dejaron Eddie Palmieri, Celia Cruz y Héctor Lavoe.
Bajo la producción de Oz Show y Ventura Cultural, con el apoyo de la Alcaldía de Baruta y la promoción de algunas empresas privadas y de Álvaro Ruiz, se llevó a cabo el evento denominado “Iconos de la Salsa Brava”.
El público fue llenando las tribunas de aquel emblemático lugar capitalino y no dudó en echar un pie cuando, pasadas las 6:30 de esa tarde dominguera, el maestro Alfredo Naranjo, comenzó el evento interpretando las conocidas melodías del maestro Palmieri, fundador de las Orquestas La Perfecta y La Perfecta II.
El cantante Edgar “Dolor” Quijada fue el encargado de interpretar canciones como “Vámonos pal Monte”, “Lo que Traigo es Sabroso”, “Muñeca” y Azúcar Pa’Ti”, entre otras. No conforme, deleitó al público con varios solos de flauta.
Antes de culminar su agenda musical Naranjo bajó de la tarima, se mezcló entre el público y al tomar el micrófono, explicó que el maestro Eddie Palmieri fue un músico universal. El reconocido vibrafonista no dejó pasar la oportunidad para recordar y destacar la calidad humana del recordado cantante puertorriqueño Cheo Feliciano.
Como se recordará Eduardo Palmieri Morales, artísticamente conocido como Eddie Palmieri, nació en Nueva York el 15 de diciembre de 1936. Fue un pianista y compositor que fundó la Orquesta La Perfecta, una de las más reconocidas dentro de la música bailable.
El maestro Palmieri partió de este plano el pasado 6 de agosto de 2025 y su legado musical afro caribeño y de latín jazz será recordado por muchas décadas más.
Celia dijo presente!
La rumba ya estaba encendida, un DJ amenizó la corta espera y pasados unos minutos el escenario se llenó de la potente voz de la sonera venezolana Trina Medina quien hizo acto de presencia para seguir celebrando el centenario de la “Guarachera de América”, Celia Cruz.
Medina, trajeada con un precioso vestido negro, con un atuendo negroide en su regia cabellera y acompañada de 16 excelentes músicos, interpretó magistralmente varios de aquellos boleros y guarachas que la cantante cubana más conocida en el mundo interpreto con la Sonora Matancera
El repertorio incluyó canciones como “La Vida es un Carnaval”, La Negra tiene Tumbao”, “Yo viviré” y por supuesto “Quimbara”.
Celia Caridad Cruz y Alfonso, considerada como “La Reina de la Salsa” nació en La Habana, Cuba el 21 de octubre de 1925 y falleció el 16 de julio de 2003 en Nueva Jersey, Estados Unidos. Sin duda alguna su trayectoria musical no ha podido ser igualada por otra cantante o artista de música bailable o tropical.
Lavoe Forever
Eran casi las 10 de noche. El público deseaba seguir guaracheando y el deseo se cumplió. El cantante Joseph Amado, quien ya no necesita mucha presentación, se hizo presente y comenzó interpretando “Te conozco bacalao”, una de las canciones más conocidas de Héctor Lavoe.
El repertorio siguió la senda esperada y Amado, impecablemente vestido y mostrando un crecimiento profesional que se pierde de vista, honró la memoria del “Cantante de los Cantantes”, Héctor Lavoe, como pocos logran hacerlo. En esta oportunidad lo acompañaron solo 8 músicos que, según dijo, suenan como si fueran cien.
Héctor Juan Pérez Martínez, conocido como Héctor Lavoe, fue un cantante nacido en Puerto Rico el 30 de septiembre de 1946. Falleció el 29 de junio de 1993 luego de una vida llena de tragedias personales y dolorosas enfermedades.
En conclusión fueron tres espectáculos de alta factura en un solo lugar y en una sola noche. El público, gozoso de placer, quedó con el cuerpo encendido y los pies preparados para el próximo evento de salsa, la música que no pasará de moda jamás.
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