Human Rights Watch (HRW) denunció el martes el uso de bombas de vacío en el ataque de la semana pasada contra una escuela de enseñanza secundaria en Raqa, que dejó al menos 16 muertos.
«El tipo de heridas con fragmentos y la piel quemada de las víctimas, atestiguan del uso de bombas termobáricas» o de vacío, afirmó esta ONG.
Estas armas «no deben ser usadas en zonas habitadas, ya que golpean de forma ciega», subrayó HRW, con sede en Nueva York.
Al menos 16 personas, en su mayoría estudiantes y profesores, murieron el domingo en un ataque aéreo del régimen contra una escuela de enseñanza secundaria en Raqa, ciudad controlada por los rebeldes en el norte de Siria, afirmó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
El Observatorio, que obtiene sus informaciones de una amplia red de militantes y médicos en el país, colgó en internet un vídeo con imágenes muy duras del ataque.
Para Priyanka Motaparthy, investigador en derechos de los niños de HRW, el ataque aéreo de Raqa fue «el último de una larga serie de ataques del gobierno contra escuelas».
«Estos ataques costaron la vida de numerosos niños», afirma este investigador. Pero además, explica, «son una muestra para los que sobreviven de que arriesgan su vida yendo a la escuela».
El ejército sirio utiliza este tipo de armas convencionales desde 2012, según HRW.
Para esta organización, los ataques a escuelas son una «violación del derecho internacional» y los autores de estos ataques cometen «crímenes de guerra».
«Mientras que el mundo intenta destruir el arsenal químico sirio, las fuerzas del régimen matan a civiles con otras armas extremadamente poderosas», concluye Motaparthy.
Fuente: Agencias
