Hoy se estrena el segundo film de terror hecho en Venezuela

Hoy se estrena el segundo film de terror hecho en Venezuela

A la mayoría de los espectadores le fascina sentarse frente a una gran pantalla para disfrutar de esas películas que causan sobresaltos. En la memoria de muchos todavía está aquella frase de Sexto Sentido, cuando el pequeño -para aquel entonces- Haley Joel Osment dijo en un tono de voz muy bajo: I see dead people. Su papel de Cole se inmortalizó, así como la terrorífica niña de El Aro o la imagen de Nicole Kidman en aquella oscura casa de Los Otros.

 

 

Ahora posiblemente sea un hombre venezolano llamado Gaspar Mendoza el que se quede en la mente de la gente. El Infierno de Gaspar Mendoza llega hoy a las salas de cines comerciales del país. Se trata de la segunda cinta de terror nacional (la primera fue la exitosa entrega La Casa del Fin de los Tiempos).

 

 

Habla el director

Julián Balam, su director, habló con La Verdad acerca de la obra y explicó cómo se desarrolló el proyecto que, según él, requirió un tratamiento distinto. «Originalmente la idea era más pequeña. A Rafael Pinto (coguionista) y a mí nos pareció que no era adecuada para un largo, pero eso fue lo que nos encomendó la Villa. Decidimos profundizar en cuanto a personajes y a la complejidad del enigma para llevarla -con una tensión justa y sin prolongarla exageradamente- al guion requerido». Gaspar era un tipo que había peleado en la Guerra Federal, pero al ver traicionados los ideales, se aísla. Entonces los fantasmas de la gente que había asesinado comenzaron a atormentarlo.

 

 

Para el cineasta, «era así de sencillo». Sin embargo, luego dieron la vuelta a las cosas y aparecieron Mercedes (su esposa) y María Eugenia (su hija). «Además incluimos a un niño que llega a la casa para alterar la normalidad de ese hogar. Pasó de ser la historia de un excombatiente ermitaño y atormentado a un padre de familia. Pensamos que así tendría mucho más que perder, no solo su sanidad mental».

 

 

Balam asegura que siempre le ha gustado el género gótico: «Me encantan las cintas que proyecten atmósferas propias del género: castillos, abadías, niebla, la iluminación de velas… Nuestra historia se desarrolla en la Venezuela rural del siglo XIX, por lo que pude agregar esos términos visuales».

 

 

Las dificultades

La primera dificultad de una película de terror es el presupuesto: «Siempre se eleva». Balam explicó que hay ciertos aspectos que son ineludibles si se quiere hacer algo de mediana calidad. «El maquillaje, los efectos especiales, el vestuario y la ambientación. Todo eso es clave en esta propuesta por tratarse de un período histórico. El aporte inicial se vio rebasado gracias a las exigencias de la película, aun cuando la Villa tuvo al alcance muchos de los elementos de la puesta en escena para disminuir los gastos».

 

 

A pesar de todo, los efectos que utilizaron en esta oportunidad fueron los clásicos. «Ni siquiera me pasaron por la cabeza cosas que me hubiese encantado ver, pero que no íbamos a tener cómo hacerlas, así que me limité a contar la historia de la mejor forma posible y con lo estrictamente necesario». Dice que el rodaje fue largo y difícil (comenzó en 2011). «Nos cayó mucha lluvia y eso nos retrasó varias semanas. También tuvimos un accidente con una de las cámaras y eso implicó ajustes en la fotografía. Las condiciones de producción en los exteriores también fueron duras. Con todo y eso, el equipo se mantuvo al pie del cañón».

 

 

Fuente: OseaHellou

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