Para nadie es un secreto que el valle de Caracas es una ciudad vulnerable a los movimientos sísmicos, pues por ella cruza la falla tectónica de San Sebastían. A este elemento hay que agregarle el alto indice demográfico y el crecimiento descontrolado de las construcciones informales, lo que agudizan el riesgo, afirman los expertos.
Hoy se cumplen 47 años del terremoto de Caracas, ocurrido el 29 de julio de 1967, y que ocasionó alrededor de 300 muertos, 2.000 heridos y pérdidas materiales superiores a los 400 millones de bolívares.
Según estimaciones de Funvisis en la actualidad aproximadamente 80% de la población del país vive en zonas de alta amenaza sísmica, variable que aumenta el nivel de riesgo, haciéndolo cada vez mayor a medida que se eleva el índice demográfico y las inversiones en infraestructura.
Para el arquitecto Franco Micucci, experto en el tema sismológico y profesor de las universidades Simón Bolívar y Metropolitana, «ninguna ciudad está exenta de riesgos naturales como un terremoto pero lo más importante es que tengamos las medidas de alerta, prevención y atención para evento como un sismo».
En este sentido explica que Chacao, uno de los municipios más vulnerables por el riesgo sísmico, ha hecho una serie de ensayos para mantener a la comunidad preparada y eso debe ser copiado por el resto de las alcaldías. «Hay que preparar a los niños desde las escuelas como sucede en Japón donde los niños están entrenados en caso de un evento sísmico. Evidentemente nosotros no tenemos la frecuencia como Chile y Japón pero eso nos hace más delicados, pues cuando ocurra puede ser con mayor intensidad, dada las condiciones geográfica de Venezuela», acotó.
Para el espeleólogo Pedro Ramos, quien dictará una serie de talleres de prevención en El Universal, «Caracas es un ciudad particularmente vulnerable y la única cosas que hay que hacer para mitigar el riesgo es la educación en las escuelas, en las comunidades y en todas las instancias».
El arquitecto Carlos Gómez, quien realizó un estudio sobre el riesgo en Caracas, explica que «con crecimiento o sin crecimiento Caracas tienen vulnerabilidad sísmica por la ubicación y por la composición que tiene el suelo». En su opinión debe haber mucha más supervisión en las construcciones que se están ejecutando en zonas vulnerables como Los Palos Grandes.
También recalcó que es necesario revisar y reforzar los distribuidores de la autopista Francisco Fajardo Caracas porque en caso de un evento sísmico pueden sufrir daños.
Prevención en Chacao
Johan Prieto, presidente (E) de Protección Civil y Ambiente de la alcaldía de Chacao, admite que las condiciones del suelo que tiene la parte norte del municipio lo hacen más vulnerable con respecto a otros sectores. En el terremoto de 1967 Los Palos Grandes fue el sector más afectado por el movimiento telúrico que duró 35 segundos y tuvo una magnitud de 6,5 grados en la escala de Richter. Cerca de mil edificios resultaron afectados, pero solo cuatro se derrumbaron. Otros 234 fueron declarados inhabitables pero no se cayeron. Se desplomaron Neverí, Palace Corvin, San José y Mijagual.
Los Palos Grandes es donde se acumulan más sedimentos, unos 300 metros. En otros sitios, como La Carlota y Chacao, esta medida es de 160 metros y en Candelaria y Country Club, de 90, según explica un estudió realizado por Funvisis.
Pietro reconoce que en esa zona se construyeron otros edificios, pero bajo las Normas Venezolanas Covenin para Edificaciones Sismoresistentes que fueron elaboradas por Funvisis, al igual que en otras zonas como La Castellana.
Explicó que Chacao tienen un programa de Autoprotección Comunitaria para los vecinos, donde dictan talleres a través de las organizaciones vecinales y se realizan planes de actuación de emergencia. Indicó que cuentan con unas 63 brigadas empresariales de emergencia que esta conformadas por igual número de empresas que hacen vida en el municipio Chacao.
MIGDALIS CAÑIZÁLEZ V.
EL UNIVERSAL
