“No hay medicina que cure lo que no cura la felicidad”, dijo el gran escritor, novelista y guionista colombiano Gabriel García Márquez, con la que resume que los anhelos materiales o profesionales no nos conducirán a alcanzar la felicidad, sino que lo importante es soltar las riendas del agobio cotidiano y sentirnos bien con nuestro ser y aprender a querernos y a querer a los demás.
Este día nos recuerda que la felicidad está en los sentimientos y está en nosotros alcanzarla.
“¡Deseo a todos los habitantes del mundo un muy feliz Día Internacional de la Felicidad! La búsqueda de la felicidad es una cuestión seria.
La Asamblea General de la ONU, en su resolución del 12 de julio de 2012, decretó el 20 de marzo Día Internacional de la Felicidad, para reconocer la relevancia de la felicidad y el bienestar como aspiraciones universales de los seres humanos y la importancia de su inclusión en las políticas de gobierno.
En este día se efectúaban un gran número de actividades con el objetivo de hacer felices a muchas personas que por diferentes motivos se encuentran tristes: hoy con la pandemia del Covid-19 estan limitadas
• En los teatros se podía disfrutar de obras con gran humor.• Muchas ciudades decoraban las calles con alegres colores.• Se realizaban juegos para que los niños pudieran divertirse.• En muchos cines se podía disfrutar de películas de humor y divertidas.• Muchas personas se disfrazaban de personajes graciosos y los lucían por las calles.
Son muchos los escritores, autores, filósofos, que han dejado sus sensaciones sobre la felicidad, explica el sitio dia-de.com, en donde se incluyen algunas como estas:
• “La felicidad es la certeza de no sentirse perdido” (Jorge Bucay).
• “La felicidad es darse cuenta que nada es demasiado importante” (Antonio Gala).
• “Solo hay felicidad donde hay virtud y esfuerzo serio, pues la vida no es un juego” (Aristóteles).
• “El secreto de la felicidad no es hacer siempre lo que se quiere sino querer siempre lo que se hace” (León Tolstoi).
• “El verdadero secreto de la felicidad consiste en exigir mucho de sí mismo y muy poco de los otros” (Albert Guinon).