Si al Hospital General José Ignacio Baldó de El Algodonal se le pudiera hacer una radiografía, el diagnóstico sería algo similar a un cáncer metastásico.
La infraestructura de los tres edificios y el ambulatorio que lo integran están abandonados y la atención a los pacientes se dificulta por la carencia de suministros y equipos médicos. Basta una visita al ambulatorio para corroborar el deterioro y el déficit en la dotación.
Cualquier paciente que llegue con una crisis hipertensiva no puede ser atendido porque no hay medicamentos. Una especialista, que pidió mantener su nombre en resguardo, denunció que el personal médico se las ingenia para evitar contagiarse de algunas enfermedades.
“Recibimos cerca de 20 casos de infección respiratoria a diario, pero no tenemos tapabocas ni para los pacientes ni para los médicos. En algunos casos los reutilizamos aunque no es lo que se debe hacer. No hay oxígeno ni medicamentos para los asmáticos”, declaró.
En el hospital Simón Bolívar de ese complejo asistencial, las filtraciones están a la orden del día. La cava de la morgue está dañada desde hace dos semanas y emana un olor putrefacto, que afecta a quienes ocupan la oficina de Recursos Humanos.
A la lista de carencias se suma la falta de reactivos de laboratorio, de antibióticos y de material de papelería por lo que los médicos deben elaborar los récipes en hojas blancas.
El edificio anexo a la estructura epónima del Libertador está abandonado desde hace 7 años. Anteriormente se ofrecían servicios exclusivos a enfermedades de la mujer.
En la actualidad no tiene vidrios ni puertas y la maleza y telarañas forman parte de la infraestructura. El largo inventario de carencias se complementa con el deterioro general de todas las vías internas y con las fallas en las instalaciones eléctricas, que tienen sin luz varios departamentos.
“En el archivo de Historias Médicas no hay luz y las calles también están a oscuras. Los ascensores de la maternidad no sirven y las parturientas deben subir las escaleras aunque tengan dolores”, relató un empleado que pidió el resguardo de su nombre.
María Yánez, presidenta de la Sociedad Médica, señaló que los problemas del complejo asistencial se agudizan porque los recursos que recibe del Ministerio de Salud son insuficientes. Indicó que el nosocomio tiene una asignación mensual cercana a 1 millardo de bolívares, pero no los recibe con regularidad. Tampoco han avanzado los trabajos de remodelación iniciados en 2007 y el área del hospital pediátrico Luisa Cáceres de Arismendi, reinaugurada hace 2 meses, funciona a medias porque no se ha terminado la instalación de los equipos.
“El hospital infantil sigue sin terapia intensiva ni quirófanos porque no están los compresores necesarios para administrar la anestesia o para que funcione el aire acondicionado. Aquí no tenemos ni papel para los récipes, la dotación es muy irregular”, dijo.
Crisis viciada. Como si se tratara de una enfermedad contagiosa, los problemas del sistema de salud capitalino son comunes para la mayoría de los nosocomios de la ciudad.
En menos de cuatro días han ocurrido dos protestas de pacientes por falta de suministros en el Hospital Vargas y el Periférico de Coche. Las denuncias de los pacientes indican que tampoco hay materiales en otros hospitales.
Hace una semana, una mujer de 35 años de edad con 9 meses de embarazo fue llevada de emergencia al hospital Jesús Llerena de Lídice por una crisis asmática, pero no recibió tratamiento por falta de materiales.”Le faltaban apenas 20 días para dar a luz y sufría de presión baja. Como tenía asma, la sacaron de emergencia al hospital, pero murió porque no tenían cómo atenderla. Sólo le tomaron la tensión”, denunció su amiga Elizneydi Mata. La parturienta, que trabajaba en una lunchería, dejó huérfanos a 7 niños.
Reclamarán a Min Salud y Min Trabajo
Hoy a las 9:00 am, la Plaza Caracas estará convulsionada. Los sindicatos de trabajadores de la salud y los gremios profesionales del sector convocaron a una concentración a las afueras de los ministerios de Salud y del Trabajo, para exigir la discusión de la contratación colectiva vencida desde hace cinco años.
Marianela Betancourt, secretaria general del Sindicato Único Nacional de Empleados Públicos del Sector Salud, señaló que durante la actividad entregarán una nueva propuesta salarial ante ambas dependencias del Ejecutivo. Agregó que cerca de 400.000 trabajadores estarán amparados por el contrato en discusión. “Se sumarán varias representaciones estadales en apoyo a las exigencias salariales. Están desconociendo acuerdos que ya se habían establecido en la mesa de negociaciones”, explicó.
El Colegio de Enfermeros de Caracas y la Federación Nacional de Colegios de Profesionales de la Enfermería llamaron a los agremiados. “Estamos convocando a nuestros 80.000 miembros en los 23 estados a apoyar estos reclamos para hacer presión porque todas las cláusulas discutidas en la mesa fueron aprobadas y el pasado 26 de junio trataron de cambiarlas”, expresó.
Fuente: EN