Un estudio reciente publicado en la Revista de Medicina Sexual encontró que las preocupaciones y miedos de los varones por la apariencia de su pene son infundadas.
La investigación encontró que, de manera consistente, las mujeres heterosexuales que participaron en el estudio de manera voluntaria no encontraron “diferencias consistentes” entre penes “normales” y otros que habían sido sometidos a cirugías reconstructivas.
De acuerdo a la doctora Norma Ruppen-Greef, del Hospital Infantil Universitario de Zurich, las voluntarias de la investigación no encontraron mayores diferencias entre los órganos que fueron sometidos a reconstrucciones por defectos de nacimiento. Aunque si notaron algunas diferencias de posición, por ejemplo, en la apertura de la uretra, este aspecto se encontró entre los menos importantes para “evaluar” la apariencia del pene.
El estudio no arrojó resultados de las opiniones de varones homosexuales sobre las apariencias del pene, por lo cual no se sabe si las personas de esta preferencia son más críticos.
Sin embargo, los resultados si arrojaron luces sobre lo que las mujeres buscan, visualmente, en un pene: no la “perfección”, sino una apariencia pulcra y equilibrada de sus parejas sexuales.
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