La Cancillería venezolana despistada por tantas situaciones complejas que debe explicar o responder en nombre de la pretendida revolución bolivariana ha tenido aun así tiempo de recordar que la tradición cristiana celebra hoy el Día de los Inocentes.
Lo hizo con antelación a esta fecha del 28 de diciembre en que se honra la memoria de los niños asesinados por orden del rey Herodes hace más o menos 2.000 años. Un tema de derechos humanos, al que, contrario a lo que se documenta en organismos internacionales y nacionales, el régimen parece tener una particular sensibilidad en esta fecha y hora señalada.
El canciller Carlos Faría se ha encargado de difundir con la eficiencia que se le supone a un alto funcionario un comunicado oficial fechado el 24 de diciembre en relación con el enrevesado caso del barranquillero de nombre Alex Naim Saab Morán, una suerte de «rey mago», cedulado venezolano, que iba de un lado al otro del planeta llevando «regalos» y que desde octubre de 2021 está detenido en Miami.
Se sospecha que esos «regalos» que Saab Morán trasladaba es lo que se tipifica como «lavado de dinero», una práctica desconocida en la antigüedad pero muy frecuente en esos días paganos.
Faría, formado en el marxismo como corresponde a todo buen hijo de comunista, con estudios en Ucrania, cuando era parte de la añorada URSS de los sueños putinescos, publicita el comunicado de marras en el que se cuestiona “el cinismo” del juez del Distrito Sur de Florida (Estados Unidos) al desconocer la inmunidad diplomática del «mago» Saab Morán en la víspera de la fiesta cristiana de la Navidad.
El comunicado oficial tiene todos los rasgos de un comunicado oficial: se denuncia el «espurio proceso judicial» al que ha sido sometido Saab Morán, los «efectos criminales» de las medidas coercitivas contra Venezuela, la «franca y grosera» violación de los derechos humanos del sujeto barranquillero, la «violación del debido proceso», la «soberbia imperial», la «crueldad y el cinismo». Nada que objetar por ahí, todo como mandan los cánones La Habana-Managua-Caracas.
Sin ir al fondo del asunto, hay que admitir que el régimen bolivariano sabe de eso. Es decir, de procesos judiciales espurios, de grosera violación de los derechos humanos, de crueldad y malos tratos, de cinismo -Jorge Rodríguez puede dar clases sobresalientes en esta materia- y de efectos criminales a granel.
Hay una sola frase que resalta sobre todas las demás. Que se coleó. Que no corresponde a esa verborrea revolucionaria. Y es cuando se descubre la verdadera intención del comunicado, aquello de caíste por inocente tan socorrido este día 28.
La frase es cuando se refiere al avispado Saab Morán -cuya esposa ahora el régimen tiene a buen resguardo no vaya a ser que el «mago» explique en Miami sus artes de prestidigitador- como «hombre bueno e inocente», que arriesga su pellejo por su patria postiza.
¿”Hombre bueno e inocente” habrá sido autoría del opaco ingenio de Faría, o del enrevesado, como Saab Morán, Jorge Rodríguez?
Posdata: El Foro Penal Venezolano ha verificado hasta septiembre de este año la existencia de 244 presos políticos en el país, 25 de ellos sumados a la fuerza en los primeros 9 meses de este año. Naciones Unidas ha señalado sin sombra de duda “la sistematicidad de las violaciones de los derechos humanos con fines políticos en el país”. Que nadie caiga hoy por inocente.
Editorial de El Nacional