Las autoridades holandesas ponen el foco en las mezquitas y escuelas salafistas del país tras múltiples controversias, mientras Ámsterdam intenta atajar el problema con cursos de idioma y cultura destinados a los clérigos religiosos.
El ministro holandés de Asuntos Sociales, Lodewijk Asscher, dijo recientemente ante el Parlamento que los asuntos de algunas mezquitas son “muy preocupantes” y “totalmente reprobables”.
Entre otras, se refería a la mezquita salafista Al Fitrah, en Utrecht, que es investigada por “incitar a la intolerancia” y educar a los niños en “ideas contrarias” a las leyes.
“La intolerancia que promueve es peligrosa para la sociedad”, según el ministro.
Según una fuente oficial, además de separar a chicas y chicos en las clases, les prohíbe darse la mano o comunicarse entre ellos.
Asimismo, entre sus creencias, afirma que denunciar a un musulmán ante la policía “es un acto de traición” y predica también puntos de vista radicales sobre las mujeres, los homosexuales y la sexualidad.
La semana pasada el Instituto Verwey-Jonker publicó un informe sobre la escuela coránica Al Fitrah en el que advirtió de los efectos educativos de este tipo de escuelas.
“Los niños que asisten a esas clases están en riesgo de exclusión, bajo rendimiento académico y menos oportunidades de trabajo”, dice el documento.
El imán sirio Suhayb Salam, líder de la mezquita, niega todas estas acusaciones y dice que esos alumnos “solo pretenden manchar la imagen” del centro religioso.
Las autoridades ya investigaron a Al Fitrah por posible lavado de dinero, llegando a irrumpir el pasado mes de septiembre en el edificio para requisar varios documentos sobre sus flujos financieros.
Fuente: Unión Radio
Por Confirmado: David Gallardo