La nutricionista Nefi Mendoza, alertó que el consumo excesivo de sal en los alimentos puede ocasionar serios problemas en el organismo como la hipertensión arterial, que es la principal causa de enfermedades cardiovasculares.
“El consumo excesivo de sodio es uno de los factores en el desarrollo de la hipertensión arterial. Aunque se recomienda no esperar que se desarrolle este problema, es necesario reducir el consumo de este insumo, aunque la presión arterial siga siendo normal”, indicó la nutricionista.
Agregó que para mantener una presión arterial adecuada se debe tener una alimentación sana, conservar un peso corporal ideal, realizar ejercicio físico, controlar el estrés y la cantidad de ácidos grasos insaturados (buenos) en la dieta.
Asimismo, se debe ingerir alimentos ricos en calcio, magnesio y potasio como medida de protección contra la hipertensión. A las personas que ya sufren estén mal se les recomienda seguir una dieta baja en sodio y disminuir su consumo a 1.500 miligramos diarios.
“El sodio, en condiciones ideales, la cantidad mínima debe ser de unos 1500 miligramos diarios. Esto es menos de una cucharadita de sal de mesa. El nivel máximo recomendado de ingesta de sodio es de 2,3 miligramos por día”, apuntó Nefi Mendoza.
DATOS IMPORTANTES
Los alimentos ricos en sodio son los industrializados como sopas de sobre, enlatados, salsas comerciales, cereales
dulces y salados, embutidos, quesos amarillos, gaseosas, jugos envasados, refrescos de sobre y bebidas rehidratantes.
La sal común aporta una proporción de sodio de 38.850 miligramos por cada 100 gramos.
Los cubitos de caldo de carne aportan 16.982 miligramos de sodio por cada 100 gramos.
El bacalao salado tiene una cantidad de sodio de 8.100 miligramos por cada 100 gramos.
La salsa de soya (sillao) aporta 5.720 miligramos.
La mostaza aporta al organismo 2.950 miligramos de sodio por cada 100 gramos.
Las anchovetas en aceite proporcionan 3.930 miligramos por cada 100 gramos.
El jamón serrano, por cada 100 gramos consumidos, proporciona al organismo 2.340 miligramos de sodio.
El chorizo proporciona al organismo 2.300 miligramos por cada 100 gramos.
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