El líder de Hezbolá en Líbano, Sayyed Hassan Nasrallah, confirmó el envío de una embarcación con combustible y otros materiales de Irán a su país «en cuestión de horas». El anuncio desafía el embargo petrolero que Estados Unidos mantiene sobre Irán desde 2018 por su actividad nuclear, en un momento en el que Líbano se enfrenta a una gran crisis de carburantes y escasez de bienes esenciales.
La situación derivada de la crisis económica y de combustibles en Líbano tiene al país contra las cuerdas. Por ello, este miércoles 19 de agosto el líder del brazo político de Hezbolá -organización islámica musulmana chií libanesa-, Sayyed Hassan Nasrallah, anunció que «en cuestión de horas» zarparía un barco desde Irán cargado de combustibles y otros materiales que ayuden a la nación a combatir su crisis económica.
«El primer barco que saldrá de Irán llegará cargado con diversos materiales y navegará en cuestión de horas (…) A este barco le seguirán otros», anunció Nasrallah en un discurso televisado con motivo de la conmemoración chií de la Ashura.
Este anuncio plantea un desafío frontal a las sanciones impuestas por Estados Unidos a Irán, entre las que figura el embargo petrolero desde 2018, impuesto después de que el país persa no respetara el máximo de producción de uranio fijada en el Acuerdo Nuclear de 2015, abandonado unilateralmente por la Administración de Donald Trump.
No obstante, para evitar un posible ataque por parte de las fuerzas estadounidenses, el líder religioso y político advirtió que la embarcación pertenece a territorio libanés.
«El barco, desde el momento en que zarpe en las próximas horas hasta que entre en aguas del Mediterráneo, será considerado territorio libanés», dijo el clérigo durante su intervención en público.
Además, Nasrallah justificó la recepción de este cargamento dada la necesidad que está atravesando la nación y defendió que esta es culpa de la «guerra económica» contra Líbano en beneficio de Israel, señalando directamente a Estados Unidos.
El jefe de este movimiento armado aliado de Teherán explicó que la «prioridad» del cargamento es el diésel, necesario para hacer funcionar los generadores eléctricos en la región.
El riesgo que supone la acción para Líbano
Este movimiento por parte del grupo Hezbolá, aliado de Teherán, plantea muchos interrogantes. Todavía no se sabe si el Gobierno libanés estaba al tanto de la transacción, cómo llegará al país ni quién se hará cargo de los gastos.
No obstante, se sospecha que el carburante podría refinarse en Siria para llegar más tarde a las costas libanesas, ya que Hezbolá había anunciado anteriormente que estaba preparado para hacer frente a la escasez de combustibles.
Hezbolá es una fuerza política y armada en Líbano de suma importancia, la única que ha conservado su arsenal de armas tras el final de la guerra civil del país entre 1975 y 1990. Actualmente, su poder militar es superior al del Ejército libanés.
Al respecto del movimiento, el ex primer ministro Saad Hariri sostuvo que es una estrategia que puede perjudicar y poner en peligro a Líbano más que ayudarlo a superar la crisis.