«Heridas de Muerte» conmocionó a Caracas al rendir homenaje y visibilizar a la mujer víctima de violencia

«Heridas de Muerte» conmocionó a Caracas al rendir homenaje y visibilizar a la mujer víctima de violencia

 

La Asociación Cultural Humboldt fue el escenario de un evento cultural de profundo calado el pasado sábado 22 de noviembre: la presentación única de “Heridas de Muerte”. Ante un aforo completamente agotado, este montaje, dirigido por Orlando Arocha e inspirado en la obra «Ferite a Morte» de Serena Dandini, trascendió el éxito de convocatoria para erigirse como un contundente acto de restitución simbólica y compromiso moral.

El impacto en el público fue un termómetro preciso del poder de la obra. Un viaje emocional que comenzó con risas liberadoras, provocadas por la mordaz ironía de las protagonistas, y que se fue helando progresivamente hasta solidificarse en un silencio denso y electrizante. No era un silencio de lástima, sino de incredulidad y rabia contenida ante el espejo de una brutalidad normalizada que la obra colocó frente a todos. Este tránsito dejó al descubierto una incomodidad necesaria, desarmando por completo cualquier posibilidad de indiferencia.

 

 

 

Lejos de ser una simple adaptación, esta puesta en escena se articuló como un espacio necesario para devolver la voz a quienes les fue arrebatada brutalmente. Su propósito central fue la transformación de mujeres reducidas a cifras en frías estadísticas, de vuelta en seres reales, completos y llenos de vida. Desde un «paraíso» imaginado, las víctimas de feminicidio recuperaron, al menos por una noche, la vitalidad, la ironía, la ingenuidad y la fuerza que poseían antes de convertirse en trágicas noticias.

La obra presentó una rápida sucesión de historias reales, narradas en primera persona, que indagaron con audacia en las raíces del problema. Alejándose de la simplificación del «hombre equivocado», exploró el condicionamiento social, las influencias religiosas fundamentalistas y la cosificación de la mujer como caldo de cultivo de la violencia. A través de un enfoque que no rehuyó el sarcasmo y la ironía, se expuso el aterrador patrón donde la víctima intenta, a menudo en vano, «no hacerlo enfadar», normalizando una escalada que va del menosprecio verbal a la agresión física.

 

 

Para materializar esta potencia narrativa, la dirección reunió a un elenco estelar: Marielena González, Marilyn Chirinos, Valentina Garrido y Gioia Arismendi, quienes prestaron su talento a estas voces silenciadas. La puesta en escena, una experiencia inmersiva, integró proyecciones de Luyo Castillo que convirtieron el espacio en una «caja de resonancia visual», mientras la música en vivo de Gian Piero Freites y Jesuán, junto al conmovedor coro conformado por Bárbara Acevedo, Ana Celeste Mucci, Gabriela Villalobos, Ruby Martínez y Rose Ordóñez, funcionó como el tejido emocional y la voz colectiva de la denuncia. El vestuario de Antón Figuera y la iluminación de Ricardo Nortier completaron un montaje de una cohesión artística impecable.

El momento culminante de la velada llegó de la mano de la cantante Deborah Emperatriz, cuya presentación final transformó la conmoción en catarsis colectiva. Tras el desgarrador recorrido por las historias, su voz se alzó para entonar una selección estratégica de canciones que funcionaron como un viaje emocional de sanación: comenzando con la resignación de «Equivocada» de Thalía, pasando por la resiliencia de «Sobreviviré» de Mónica Naranjo, y culminando con la fuerza himno de Bebe, «Ella». Esta última pieza, convertida en un grito colectivo de empoderamiento y solidaridad, unió a actrices, coro y público en una sola voz, transformando el dolor en potencia.

 

 

 

En un esfuerzo vital por trascender la denuncia artística y vincularla con la acción social directa, la jornada contó con el contundente respaldo presencial de la organización feminista autónoma Tinta Violeta, encabezada por su presidenta, Daniella Inojosa. Complementando la experiencia escénica, la organización dispuso un concurrido módulo informativo en los espacios de la Humboldt. Este punto de encuentro permitió a los asistentes conocer de cerca la labor que realizan desde 2012 en la defensa de los Derechos Humanos, y fundamentalmente, entender cómo brindan un necesario «acompañamiento amoroso» y asesoría integral a las mujeres que se acercan a ellas pidiendo ayuda, materializando así el mensaje de la obra en opciones tangibles de prevención y apoyo.

Organizada por el Consejo General de los Italianos en el Exterior – Venezuela (CGIE), la Società Dante Alighieri de Maracay y el Instituto Italiano de Cultura de Caracas, en coproducción con la Asociación Cultural Humboldt, “Heridas de Muerte” logró su cometido final. No solo honró con dignidad la memoria de quienes raramente fueron escuchadas en vida, sino que, en un acto de profunda esperanza, lanzó un poderoso mensaje de coraje a quienes aún están a tiempo de salvarse, cerrando su única función con un eco que perdura mucho más allá del telón.

 

 

 

 

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