El líder opositor hizo alusión al fallido acercamiento con el régimen militar de Nicolás Maduro que encabezó el ex presidente de España, José Luis Rodríguez Zapatero, y negó que la oposición esté dividida como había sugerido el Sumo Pontífice
El líder opositor venezolano Henrique Capriles aseguró que la oposición está dispuesta a un diálogo, siempre que tenga diferentes condiciones a los procesos previos, descartando así retomar un fallido proceso de diálogo con el régimen militar de Nicolás Maduro, al responder a una renovada oferta del papa Francisco de intervenir en la grave crisis del país.
Francisco dijo este sábado estar dispuesto a una mediación del Vaticano con «condiciones claras», aunque aseguró que «la oposición está dividida» en torno a la posibilidad de reactivar las conversaciones.
«Los venezolanos, todos, queremos dialogar, pero no estamos dispuestos a un diálogo ‘zapatero'», declaró a periodistas Capriles, aludiendo al ex gobernante español José Luis Rodríguez Zapatero, que encabezó una misión de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) que acompañó con la Santa Sede unas fracasadas negociaciones el año pasado.
Contundentes palabras de @hcapriles, vea su reacción sobre los comentarios del Papa y las declaraciones de la canciller pic.twitter.com/SORmZwhl1U
— NTN24 Venezuela (@NTN24ve) 30 de abril de 2017
Capriles, quien ha acusado en otras ocasiones a Rodríguez Zapatero de «lavarle la cara» a Maduro, negó que la oposición venezolana esté dividida, como lo afirmara el pontífice.
«No es verdad, (Francisco) habla como si unos quisieran dialogar y otros no», expresó Capriles, quien habló con la prensa en una vigilia en memoria de los muertos en las protestas opositoras del último mes.
La oposición venezolana abandonó en diciembre la mesa de diálogo, iniciada en octubre, al asegurar que el chavismo incumplió acuerdos en función de la aprobación de un «cronograma electoral» y la liberación de «presos políticos».
Las actuales protestas se desencadenaron tras una sentencia con la que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) asumió las funciones del Parlamento, único poder que controla la oposición, que calificó el fallo como un «golpe de Estado».
El Papa durante la intervención con periodistas en el avión rumbo al Vaticano, luego de su visita a Egipto. (REUTERS)
Aunque el dictamen fue anulado parcialmente tras fuerte rechazo internacional, las manifestaciones se mantienen exigiendo «elecciones generales».
Maduro y altos funcionarios, en tanto, acusan a sus adversarios de «actos de terrorismo» para tratar de derrocar al mandatario.
«El papa es importante que sepa que después del autogolpe (…) han sido asesinados más de 30 venezolanos y ha habido cientos de heridos y más de 1.400 detenciones arbitrarias», sostuvo Capriles, dando un balance de fallecidos mayor al confirmado por la Fiscalía (28).
Con información de AFP